El resurgir de Yehud
Quinta parte
El Secreto de Zikaron
(398-397 a.C.)
Sello de Innominat |
Llamado a Alamut
El Príncipe Innominat
requiere la presencia de Meir, su Senescal. Umaskal, su ghoul guardián guía al
Capadocio hasta el salón del trono y deja a ambos vampiros a solas.
Innominat da las buenas
noches a Meir y éste le corresponde con una inclinación de cabeza. El Príncipe
continúa -Mi clan me reclama. He de
partir hacia Alamut mañana mismo. Tendrás que quedarte a cargo de la ciudad en
mi ausencia.- Meir muy calmado le responde -Yo me encargo. Marcha tranquilo, espero que no sea nada grave-
Innominat preocupado: -No lo sé la
verdad... Cuando tengas que tomar decisiones piensa en lo que haría yo. Si
tienes dudas Mudji puede ayudarte en este asunto- y Meir concluye con un
rotundo -Así será-.
El Príncipe escribe
una carta para Mudji antes de partir:
Pupilo Mudji,
El clan Assamita reclama mi presencia
en Alamut para un asunto que aun no me ha sido revelado. Quizás tenga que ver
con la muerte de tu Sire, quizás vayan a juzgarme... Lo ignoro la verdad. Debes
estar tranquilo, no permitiré que esto te salpique, después de pensarlo hiciste
lo que yo debía haber hecho sin vacilar.
Me recordaste una lección que yo mismo
te impartí. Lo que no te excusa de desautorizarme, como bien sabes. Pero
después de darle vueltas hiciste lo correcto y me has hecho sentir orgulloso.
En mi ausencia debes ayudar a Meir a
dirigir la ciudad y asegurarte de que el camino que toman las decisiones del
gobierno va según mis ideales y mi manera de actuar. Umaskal se quedara con mi
rebaño en nuestro refugio, ocúpate de que estén bien por favor.
Espero volver a verte pronto.
Innominat
Tras dejarle la carta
a Umaskal para que se la haga llegar a Mudji, le pide que se quede cuidando a
su rebaño ya que partirá solo. Le deja parte de su sangre ritualizada, para que
no se descomponga y así podrá tomarla en caso necesario hasta que regrese.
Innominat abandona
Jerusalén dirección a la montaña de Alamut, antiguo refugio de Haquim, Antediluviano del clan, morada actual del
Consejo del clan Assamita. No muchos conocen su emplazamiento del nido de Águilas. Es la segunda vez que Innominat
viaja a este peligroso lugar, nada menos que desde su abrazo, hace más de dos
mil años.
Salón del Trono |
El Senescal y el
trono vacío
Meir se encuentra a
solas y en silencio ante el imponente trono de oro enjoyado. Ha decidido no
sentarse en él, al fin y al cabo él no ha elegido esta posición, aunque en
ausencia del Príncipe, ahora es el máximo gobernante de Jerusalén.
Pide a Danna, su
doncella, que le instale un escritorio y una silla en un lugar discreto del
salón del trono. Desde allí continuará su trabajo habitual además del derivado
del gobierno. Meir le explica a su ghoul su cambio de posición hasta que
Innominat regrese de su viaje. Meir pregunta por su relación con Umaskal y la
mujer ruborizada niega tal relación.
El Senescal explica a
Danna sus nuevas responsabilidades, que serán recibir de forma cordial a
visitantes del palacete, generalmente Vampiros que quieran presentarse al
Príncipe. La ghoul siente un gran vértigo ante un trabajo tan importante, no
sabe si lo hará bien. Meir la anima y sabe que será una gran anfitriona. El
Capadocio seguirá refugiándose en el cementerio de los desposeídos, su dominio.
Cartel de la taberna de Zikaron |
Encuentro en la
taberna
Meir decide ir a la
taberna de Zikaron para buscar a algún vampiro conocido. De camino, percibe con
agrado que Jerusalén, se recupera poco a poco del duro golpe de la mortal epidemia.
Esta acabó en la quema de decenas de cuerpos de inocentes condenados a las
llamas del infierno. Es lo que ocurre cuando no se siguen con celo los
designios de Yahvé.
Zikaron recibe a Meir
en su taberna, se presenta ante él y está muy contento de que venga por primera
vez a su establecimiento. Meir sorprendido, ya que no le conocía, se siente
alagado. Le conduce a la mesa de Amal y el tabernero les sirve Vitae tibia. Meir
prefiere sangre de animal y Zikaron se la cambia pasados unos minutos, sin mayor
problema.
Ambos vampiros
charlan sobre hábitos de alimentación, ya que el Capadocio dice que suele beber
sangre de cadáver. Amal le confiesa estar interesado en probarla y Meir le
explica que está elaborada con un viejo ritual Capadocio por el cual aprovechan
todos los fluidos del difunto haciéndolos nutritivos. Quizás no es tan sabrosa
como la recién extraída de un cuerpo vivo pero hace su función de alimentar y
no dañar a nadie en el proceso. Los cuerpos de los que la consigue son herejes
y desposeídos no cristianos que son enterrados en su dominio, el cementerio de
los desposeídos.
La siguiente
conversación es sobre las muertes de la epidemia del barrio bajo, ha dejado la
ciudad herida ya que uno de cada diez han perdido la vida. Meir está apenado
por esta razón. Hablan de varios asuntos, anatomía vampírica, hambre no humana,
ansia por la Vitae, placeres carnales y acaban dando sus impresiones sobre
Yahvé; Amal confiesa tener sus dudas sobre su omnipresencia en todos los planos
de existencia. Meir no entiende sus dudas y defiende a su Dios a capa y espada,
en cualquier plano posible, todos son obra suya.
Alguien conocido entra
por la puerta, es Oded, el Toreador amigo de Meir. Se sienta con ellos a la
mesa, saluda a Meir y se presenta a Amal. Beben Vitae y hablan del negocio de
Zikaron, el dueño de la taberna, un lugar donde cualquier vampiro puede venir a
beber Vitae siempre y cuando en menos de un mes pague un poco de su propia sangre.
Se encuentran en una
mesa apartada del resto. Desde aquí no hay peligro de que los parroquianos
escuchen su jerga vampírica. Oded pregunta quién está al mando en la ciudad en
este momento y Meir le responde resignado -A
mi pesar, gobierno yo como Senescal, sustituyendo a Innominat que ha partido. Le
ha reclamado su clan.-
Oded cuenta cómo
desde su refugio, al otro lado de las murallas, en el asentamiento agrícola,
vio una gran hoguera en el interior de la ciudad que hizo que pareciera que
había amanecido en plena noche. Los vástagos presentes explican lo que ocurrió
en el dominio de Liezer y le ponen al día sobre todos los acontecimientos importantes ocurridos desde su ausencia.
Él ha estado
pendiente de su dominio entre los agricultores de la zona, siguen orientados en
conseguir que crezca algo en esta estéril tierra. Lo consiguen a duras penas,
pero las cosechas no son abundantes, más bien todo lo contrario. Aun así Oded
no se ha rendido y continua con su empeño de que estas baldías tierras sean
fértiles algún día, con el trabajo de los hombres.
Meir baraja la idea
de nombrar antiguos representantes de cada clan a los presentes, serian los
responsables de sus respectivos clanes en la ciudad. Amal desaconseja la idea
ya que su clan le ha expulsado y cree que sería una mala idea ponerle al mando
con esa posición sobre los suyos, incluso podría ser visto como una provocación
y acabar siendo un reclamo para fastidiar al proscrito del clan, Amal, Antiguo
Ravnos de Jerusalén. Meir desecha la idea tras pensárselo mejor. Oded pregunta
por Elsh, el anciano Maestro Artesano Toreador. Meir le responde que nadie sabe
nada de él desde la muerte de Lazarus.
La presentación de
Alexios
Un esbelto guerrero
cadio ha entrado en Jerusalén. Su nombre es Alexios y va directo al palacete de
Innominat para presentarse a él, como dictan las Tradiciones .
Una vez en el salón
del trono Danna, con cierta inseguridad pregunta su nombre y clan -Alexios, Assamita- responde el
guerrero. La doncella ghoul pide al Vástago que espere a su Señor y sale corriendo
en busca de Meir a la taberna de Zikaron.
Danna, Doncella de Meir |
Danna, ya en la
taberna, interrumpe la animada charla de los tres vampiros llamando la atención
de los presentes, ya que es una bellísima mujer. Amal ya se encuentra del brazo
de la ghoul, le guiña un ojo mientras la acompaña sin dejar de halagarla. Meir
se disculpa ante ellos para atender a la presentación de un nuevo Vampiro. Oded
y Amal deciden acompañarle para apoyarle y conocer al visitante.
La ghoul de Meir ya
se ha adelantado rauda para no dejar mucho tiempo solo al extraño soldado. Meir
pregunta a Mudji si le puede ayudar con las presentaciones vigilando el salón
del trono unas horas cada noche, compartidas con el mismo y con Danna. Mudji
accede gustoso.
Alexios, es un altivo
guerrero ataviado con reluciente armadura estilo griego, un brillante yelmo
emplumado y una gran espada enfundada. Tiene un extraño destello color bronce
en su piel que le da un aire inquietante. Su postura espartana ante el trono es
exactamente la misma en la que le dejó Donna hace más de una hora.
Alexios, Assamita |
Donna presenta en voz
alta a su Señor como: Meir, Senescal de Jerusalén del clan Capadocio. El guerrero
cario se presenta como Alexios del clan Assamita, viene en representación de su
Mentor Davar para apoyar a Innominat ya que cree que está haciendo un buen
trabajo. Meir comparte con él que el Príncipe no está en la ciudad ya que ha
sido reclamado por Alamut.
Meir le da dos únicas
indicaciones -Respeta las Tradiciones y no
crees problemas- El Senescal le invita a quedarse en el palacete del trono
como invitado. Convivirá con Mudji, aprendiz y protegido de Innominat, también
del clan Assamita.
Se presentan Oded y Mudji,
mientras Meir con su Auspex mira el aura al recién llegado. Su color
predominante es el azul claro pálido, que traducido a emociones se encuentra
tranquilo y corrobora que es un vampiro.
Alexios pide que su
rebaño de mercenarios, que vienen con él, sean acogidos en Jerusalén. Meir no
le pone pega alguna. Tras las formalidades iniciales Donna muestra los
aposentos en el sótano, donde podrá refugiarse con total seguridad. El lugar es
lujoso, está adornado con mucho gusto y recursos pero no está bien mantenido.
Hay polvo en los muebles y se ve que no se usa ni se limpia desde hace bastante
tiempo.
Cuando Alexios
termina de asentarse dejando sus pertenencias en su habitación, regresa al
salón del trono donde el resto de los vampiros sigue debatiendo.
Amal ha creado una
ilusión permanente de una sábana blanca que ahora tapa el trono, la imagen es
misteriosa, ya que se intuye el trono bajo ella pero no es seguro que es lo que
hay bajo la sabana.
Meir asegura ante los
presentes que el trono de Jerusalén está maldito y que quien lo ocupa suele
correr el peor de los destinos que le depara Yahvé. Alexios permanece en un
segundo plano mientras los tres vampiros hablan entre ellos. Meir le anima a
unirse a la conversación. Oded le pregunta si conoce detalles sobre las
rivalidades entre clanes y Alexios contesta negativamente.
Meir le pregunta qué
tal se le da cazar, para enlazar la pregunta con lo que conocen sobre el
Demonio Belcebú, suponiendo que el guerrero recién llegado desconocería la
información. Sin embargo, Alexios da una lección de humildad a los presentes
cuándo recita y comparte en voz alta la información que conoce sobre el
Demonio. Nada que no supieran ya los presentes pero les alerta de que el
guerrero es un gran conocedor de las ciencias ocultas, en este caso
conocimiento sobre demonología. Algo muy extraño para un hombre de armas como
él.
Meir y los suyos
comparten con Alexios todo lo ocurrido en el pasado, que tiene que ver con este
Demonio, denominado entre otros nombres: El Innombrable. Siendo el Demonio
representativo del pecado de la Gula, los presentes sospechan que pueda
esconderse entre los adinerados, ya que son los que pueden permitirse un atracón
de comida tras otro, mientras en las calles, los muertos de hambre se pelean
por un mendrugo de pan duro.
También especulan con
que pueda esconderse en el Valle de Hinnom, colonia de leprosos, situada a unas
pocas horas de Jerusalén. Liderada por Kothar, un anciano Nosferatu al que denominan:
El Profeta.
Zikaron, tabernero |
El dominio de la
Taberna de Zikaron
Meir comparte con los
presentes una idea que se le ha ocurrido respecto a la taberna de Zikaron. Ya
que es un lugar de confianza donde pueden alimentarse sin peligro y suelen
encontrarse, había pensado nombrarla protectorado del Príncipe. La idea es que
sea un lugar de paz, donde Vampiros dejen sus rencillas fuera. Una extensión
del Dominio del Príncipe para que nadie pueda reclamarlo y ejercer su
influencia a través del negocio de Zikaron. Su regente seguiría siendo Zikaron
pero ya sabiendo esta nueva condición de su taberna. También podría ser un
hospedaje inicial para las primeras noches, si el Vástago no tuviera otro lugar
seguro donde refugiarse.
Debatiéndolo con los
presentes descarta ideas como: Que no se pueda utilizar la sangre o las
Disciplinas, ya que los Nosferatu estarían expuestos. Que sea un dominio de
Zikaron, ya que ni siquiera es un Vampiro. Que no se pueda ejercer la autoridad
de la posición, por considerarlo peligroso para los antiguos y un reclamo para
neonatos rebeldes.
Amal decide cambiar
de refugio y hacerlo en posadas alternas en lugar de solamente en la taberna de
Zikaron, ahora que se pueden refugiar otros vampiros desconocidos, lo considera
altamente peligroso.
Antes de tomar la
decisión, comunicárselo a Zikaron y al resto de Vampiros de Jerusalén, Meir
pregunta a Mudji si está de acuerdo con la decisión. Éste le da su bendición y
el Senescal se pone manos a la obra.
398-397 a.C.
Durante un año los
Vástagos de Jerusalén continúan con sus asuntos, he aquí en detalle que cada
uno de ellos:
Amal Faruk, Ravnos |
Amal Faruk, Ravnos
El Ravnos dispone de
un poder por el cual ningún humano le presta atención, incluso le olvidan
cuando ya no le ven. Bajando el grado de este poder puede hacer que le
recuerden para mantener una relación puntual con alguno de ellos. Con esta
premisa Amal se dedica a caminar por el barrio bajo, elaborando una
personalidad llamada Faruk. De este modo busca un contacto para que le informe
de lo que acontece en los bajos fondos.
Su deseo es mejorar
el lugar e intentar que la desigualdad no sea tan evidente. Cada noche ayuda a
cumplir sus destinos a los mundanos, cómo él los llama. Para Amal es muy
importante que nadie controle el barrio ni ejerza influencia sobre él, como
antes hacia Liezer, para que los humanos dirijan su destino y no lo hagan por
ellos.
En el barrio bajo
conoce a una vieja rata callejera llamado Noé, es un anciano loco que siempre
suele estar borracho. Amal con la personalidad de Faruk le hace algún favor que
de vez en cuando que éste le devuelve cuando puede, teniendo ambos una relación
cordial
en la que se ayudan mutuamente.
Faruk, aspecto mundano |
Tampoco se olvida de
buscar indicios de su caza mayor, el Demonio a por el que vino a Jerusalén. De momento no hay pistas sobre él o alguno de los suyos.
Cada noche va de
taberna en taberna buscando mujeres para pasar buenos ratos con ellas. No hay
noche que no sucumba a sus placeres, ellas son su debilidad. Unas veces son
judías, otras persas, unas bellas otras de dudosa reputación. Pero nunca falta
cortejar a una de ellas entre sus tareas importantes.
Hay una mujer que se
le resiste y es Donna, la ghoul de Meir. Ninguna mujer ha actuado de esta
forma. Sabe que se siente atraído por él, pero el respeto y amor por su Señor
hace que no se atreva a dar el paso.
Aun así Amal la envía presentes casi cada
noche, entre ellos un ramo de violetas para que ella sepa quién se las
envía.
Noé, contacto de Faruk |
Mudji, Assamita
El Assamita se
refugia en el palacete de Innominat y a primeras horas de cada noche permanece
en el salón del trono, junto a su ghoul, su pantera negra Layl. Impasibles
esperan la llegada de cualquier Vampiro que quiera presentarse.
Mudji mantiene tratos
con sus contactos, Gaspar, Farsi, Ephraim, del que aún no conoce su verdadero
aspecto, y Zikaron. De este último se asegura que tiene claro cuáles son los
términos del protectorado de su taberna y se asegura de que los cumple.
Algo que no deja de
hacer es vigilar la ciudad e impartir justicia si hiciera falta. Ejecutando
al
delincuente con la muerte a colmillo, si tiene que alimentarse, o a espada si
no. Un robo, un asesinato, un trato vejatorio o incluso un sospechoso de
efectuar un acto criminal, suelen ser las víctimas perfectas para el ataque
letal de Mudji.
Mudji, Assamita |
Alexios, Assamita
El recién llegado, al
igual que Mudji, está pendiente de las calles de Jerusalén y si alguien rompe la
ley ayuda a encerrarlo, siempre sin dejar rastro de su actuación.
Durante este periodo
de tiempo el Assamita aumenta su rebaño de mercenarios hasta quince, estos
nuevos hombres son seleccionados y adoctrinados, al menos en sus inicios, por
el propio Alexios. Son escogidos entre la soldadesca, hombres de armas o
personas con potencial para ser buenos mercenarios, generalmente con un honor
por encima de la media, para esta oscura profesión.
También informa
periódicamente por carta a su Mentor, de los cambios acontecidos en Jerusalén. El
correo tarda meses en llegar a su destino y no tanto en recibir la respuesta
por los mismos medios tan rudimentarios. Generalmente los mercenarios de su
rebaño empleados por todo Yehud, portaban las cartas hasta Persia donde eran
depositadas en un lugar seguro para que Davar las encontrase y respondiera.
Mudji y Alexios
tienen varias cosas en común: son Assamita de casta guerrera, siguen la vía de la Sangre y comparten
refugio en el palacete del trono. Ambos tienen un mismo sentido del honor y la
justicia. Por ello protegen las calles, aunque nunca lo hacen juntos. Tantas
coincidencias hacen que en este año que pasan juntos acaban conociéndose y
siendo buenos compañeros. De vez en cuando pelean juntos para ponerse a prueba
y practicar sus habilidades de lucha. Muchas son las noches que acaban hablando
de su pasado y ambos conocen la historia del otro. No hay secretos entre ambos
Assamitas.
Meir, Capadocio
La tarea más
importante del Senescal, además solucionar los posibles entuertos del gobierno
vampírico, es aumentar de tamaño la hermandad de la Torá Negra, busca sabios
por toda la provincia de Yehud que sean los mejores en su campo y durante este
año consigue que cinco nuevos integrantes formen parte de su área de
influencia, ya son quince. Un Maestro en política, un filósofo griego, un
Maestro en enigmas, un cabalista y un
Maestro en sabiduría popular son sus
nuevos miembros de la hermandad de sabios. Es imprescindible que todos los que
forman parte de la Torá Negra otorguen mayor importancia a la misión de
preservar el saber, que a la evidencia de que Meir es un vampiro, ya que todos
ellos lo saben y lo consideran
secundario, necesario o irremediable.
Admiel, Bibliotecario de Meir |
La Hermandad funciona
correctamente y goza de buena salud. No disponen de un lugar concreto donde
reunirse, por lo que suelen hacerlo alternando en casas de los propios sabios o
familiares suyos. Poco a poco van ampliando la biblioteca que ordena y clasifica
Admiel, ghoul de Meir.
De todas estas
gestiones para localizar nuevos miembros, instruirlos y acogerlos se encarga el
propio Meir, desde su discreto escritorio en una esquina del salón del
trono.
Un asunto que le
preocupa al Capadocio es conseguir influencia entre los sacerdotes de la
ciudad, muy unidos al poder del gobernador. Lleva tiempo detrás de esto y con
la influencia que tiene ahora, sabios y adinerados, intenta ampliar a este
nuevo estrato. De momento se le resiste, ya que es un sector celoso de
manipulaciones y hay que tener cuidado con ellos. Meir no se rinde y poco a
poco trabaja dicho nicho de influencia.
Oded, Toreador
Es cierto que Oded
tiene un turbio pasado como torturador y que no puede dejar de hacerlo
periódicamente, como si de una droga se tratase, pero también es cierto que de
aquí a un tiempo intenta ayudar al pueblo de Jerusalén de la forma más práctica
que ha encontrado, la agricultura. No son terrenos apropiados para ello, pero
Oded no se da por vencido. Los años le dan cada vez más experiencia y con ella ayuda
a las familias de agricultores, para que produzcan al menos lo suficiente para
hacer trueque y sobrevivir. Ya tiene este área de influencia y no hay un
agricultor que no haga algo sin que Oded lo sepa. Es una ventana a problemas
mundanos, que el Toreador aprovecha enterándose así de lo que realmente le
preocupa al pueblo llano.
Ahora comienza a
introducirse en el mundo del comercio, sobre todo con cabras y camellos, conoce
a cabreros y camelleros, de los que aprende conceptos básicos de trueque y a
cómo tratar con las bestias, asunto complicado ya que le temen solo por su
naturaleza no muerta. Su plan a largo plazo es conseguir influencia en el aun
pobre comercio de Jerusalén, pero de momento es algo que no es capaz de
alcanzar y trabaja para conseguirlo.
La taberna de Zikaron
Durante este año la
taberna se convierte en un centro neurálgico para los personajes y sus
trasfondos. El rebaño de mercenarios de Alexios la frecuenta para conseguir
trabajos; los contactos de Mudji la utilizan para sus encuentros además de
tomar unos tragos de vez en cuando; los ghouls de Meir aparecen de vez en
cuando para hacer algún recado; Noé, el nuevo contacto de Amal, suele gastarse
todo su dinero en el vino de Zikaron. Todos ellos comienzan a conocerse y a
saber que en este lugar se sienten seguros, ya que es un protectorado del
Príncipe Innominat. Y los vampiros de la ciudad vienen cuando lo necesitan para
alimentarse de forma sencilla y segura. Los únicos que no vienen por que su señor
no les ha informado, intencionadamente, son el rebaño de Oded, los agricultores
no saben de la especial taberna. El Toreador prefiere que los suyos no se
mezclen en estos ambientes y permanezcan incorruptos ante la política Vampírica,
así no podrán utilizarlos para llegar a él.
Visita del Espectro
Hacia principios de
este año, Meir el Senescal, recibe la inquietante visita del Espectro.
Últimamente se le ha visto cada vez más a menudo en la taberna de Zikaron. Cuando
llega se sienta, observa y no habla con nadie.
Gobernador Bagohi |
El Espectro ha
solicitado audiencia con el Senescal y ya en el salón del trono, aborda el
asunto de la influencia alrededor del gobernador Bagohi. Hay un grupo de sabios
que suelen movilizar a adinerados que alguna vez han intentado influir en las
decisiones de Bagohi. La vez que tuvieron un éxito más rotundo fue aquella en
la que tomo la decisión de quemar los cuerpos de decenas de inocentes muertos
en el barrio bajo, enviándoles al infierno y causando la semana de silencio en
Jerusalén. Recuerda a Meir que él es el protector de Bagohi y nadie debe
influir en el gobierno y las decisiones de este. Si alguien hiciese daño al
gobernador pagaría tal osadía con su vida, como ya lo han hecho muchos otros.
Meir confiesa haber
sido él quien lo hizo, pero fue un sacrificio por el bien de toda Jerusalén. El
Capadocio se disculpa y acepta sus condiciones. El Espectro expone el interés
mutuo por llevarse bien y no interceder en los cometidos de ambos. El Senescal
está de acuerdo y lo tendrá en cuenta para futuras ocasiones.
La siguiente visita
de Meir es a su hermandad de sabios que reúne para prohibirles que muevan hilos
que puedan influir al Gobernador Bagohi. Todos acatan la orden de su protector
y líder.
Meir, Senescal Capadocio |
Secretos en el
mausoleo
Por su parte Zikaron
pide una reunión con el Senescal para tratar un asunto que le preocupa. El
tabernero le ha indicado, muy inquieto, a su contacto Mudji que el encuentro
fuera lo antes posible. El Assamita lo habla con Meir y ambos deciden
encontrarse con él en un lugar secreto, para no atraer las miradas de nadie.
El Capadocio sugiere
el mausoleo de su difunto sobrino y miembro de su mismo clan, Benshanjar. El
mismo que ayudó a Meir a idear y fundar la Torá Negra. Ahora su refugio está en
desuso y completamente dejado de la mano de Dios. Los vampiros deciden dormir
esa noche en la cripta de Meir y después subir al mausoleo de Benshanjar en
sigilo, ya que se encuentra en el cementerio de arriba.
Mudji conoce al
antisocial Admiel, bibliotecario de Meir, que apenas le dirige una mirada
mientras sigue con sus libros. El Senescal ha alertado a Oded del encuentro por
si les ocurriera algo.
Una vez allí, en la
penumbra Zikaron les expone su problema. Está preocupado por la presencia cada
vez más común del Espectro en su taberna. Viene y solamente se fija en él, teme
que esté tramando algo contra su persona o su negocio.
Meir tranquiliza a
Zikaron y se da cuenta de que hay algo que no les está contando. El sacerdote
Capadocio le convence de que no tiene nada que temer y que sus confesiones no
saldrán de aquí, pero debe sincerarse con ellos si quiere su ayuda.
Zikaron con mucha
dificultad, sudando a mares, termina contando su secreto: él fue el ghoul de un
Assamita, estaba siendo instruido para alguna vez ser un Vampiro del clan de
los asesinos de Alamut. Hasta que en una emboscada en tierra Egipcia, su Sire
fue asesinado por Seguidores de Set. Tras este sangriento ataque Zikaron salvó
la vida, quizás le dieron por muerto, o al ser un ghoul no le dieron
importancia y lo dejaron mal herido.
Ahí tuvo la
oportunidad de regresar a Alamut o la de romper sus cadenas con los Assamitas. Decidió
la libertad. Rompió las cadenas Assamitas que le ataban a una guerra continua.
Ahora estaba solo teniendo que buscar su sustento en Vitae ya que llevaba más
de cincuenta años de ghoul y sin esa sangre de vampiro acabaría muriendo
irremediablemente de viejo.
Al principio hizo algún trabajo que otro para
vampiros menores a cambio de un trago de su Vitae, tras el cual Zikaron
desaparecía. Ahí descubrió que tenía la capacidad de no poder ser vinculado por
vampiro alguno, este mérito le ayudó a ser independiente. Tras pensarlo y
sopesar decidió encaminarse hacia Jerusalén para abrir una taberna. Su padre
era comerciante y tenía conocimientos básicos que le ayudarían a abrir su
propio negocio. Pero este sería algo diferente, ya que la razón real del mismo
era la venta de sangre para vampiros para conseguir Vitae y permanecer
inmortal.
Juntó los botines de
sus últimos trabajos como asesino a sueldo y compró una vieja casa en ruinas en
una modesta calle de Jerusalén. Inauguró la taberna hace un par de años y ahora
es cuando realmente ha empezado a funcionar, cuando ha sido conocido en la
corte de Jerusalén, gracias a Mudji. Al tenerlo allí mismo le da la mano en
señal de agradecimiento. De nuevo se dirige a Meir:
-No sé si han venido a buscarme de Alamut o si el
Espectro quiere concluir el trabajo tras la muerte de mi Sire. Pero quería
pedir ayuda al Senescal para saber qué hacer en esta incómoda situación.-
Meir pregunta a
Zikaron como se llamaba su señor y este responde que Oaman, del reino de
Cimeria. A Mudji no le suena el nombre del Assamita, como es natural.
Tranquiliza al tabernero diciéndole que si alguien atenta contra él en la
taberna estaría atentando contra el Príncipe. Pero Zikaron tampoco quiere ser
un encarcelado en su propio negocio.
Mudji le deja claro
que está bajo la protección del Príncipe. Y que él mismo estará pendiente. Si
solamente le vigila no hay nada que temer, habría que saber por qué lo hace.
Meir le tranquiliza afirmando que ellos se encargaran de todo.
Cuando Zikaron se va
agradeciendo el interés, Mudji le sigue con su nivel básico de la disciplina de
Ofuscación, que requiere que se oculte en las sombras o entre coberturas parciales
para que no se le vea.
Por el camino el
Assamita caza a un transeúnte, siempre elige a uno que merezca ser juzgado, en
este caso es un navajero que aguardaba su víctima tras una esquina oscura y la
víctima a acabado siendo él.
Ya en la taberna de
Zikaron Mudji se encuentra con Alexios que está junto a su rebaño de
mercenarios y le aparta a un lugar discreto para hablar del asunto de Zikaron. Le
cuenta la historia y le pregunta si conoce a Oaman, el que iba a ser Sire de
Zikaron. Alexios no lo conoce y Mudji pregunta si puede preguntárselo a su
Mentor. Podría preguntárselo pero la respuesta tardaría en llegar y decide no
hacerlo, molestarle para algo tan banal no es serio.
Acaban hablando del
Sire de Mudji y Alexios lo tacha de cobarde, al parecer es alguien conocido en
el clan y ha manchado el nombre de Haquim una y otra vez. Es una lástima que
Mudji tenga que pagar con su infamia por los pecados de su Sire, incluso
después de que este haya muerto.
Meir reúne a la corte
en el salón del trono. Oded, Mudji, Amal Faruk y Alexios ante el Senescal que
les cuenta el problema de Zikaron. Hablan sobre los dominios y acaban
debatiendo la naturaleza del Espectro y su posible motivación.
Se plantean dudas sobre
su verdadero clan, Amal confirma que es Assamita, él dispone de un poder para
saber el clan real de un Vástago y en su día vio claramente que era el de los
asesinos de Alamut.
Plantean que quizás
el sistema de conseguir sangre de Zikaron pueda estar interfiriendo con los
intereses del Espectro y esto pueda causar una enemistad entre ambos.
Farsi "El Persa", jefe Caravanero |
De nuevo en la
taberna
De nuevo en la
taberna de Zikaron, Mudji se encuentra con su contacto Farsi “El Persa”. Se ha
desviado un poco de su ruta caravanera para darle una información que le puede
interesar. Una amplia caravana se dirige en dirección Jerusalén. no parecen venir
de paso, no son comerciantes, son civiles. Vienen de Egipto y son judíos
politeístas. Una mujer parece ser el centro de su movimiento. Vienen esclavos,
cortesanos, artesanos y parecen ser adinerados.
Alexios escudriña a
Farsi, con un poder que posee por el cual sabe los secretos más oscuros y
debilidades de aquel al que mira. El jefe caravanero tiene un secreto
siniestro: Mató a su padre para heredar antes de tiempo el negocio familiar. Sus
grandes debilidades son el dinero y el buen vino.
Gaspar, Guardián de la puerta de las basuras |
Gaspar les saluda, no
conocía a Farsi y aprovecha para contarle a Mudji que alguien de su condición
ha entrado en Jerusalén. Es un guerrero judío muy bien armado, espadas, dagas,
estacas y un cayado. Su aspecto era siniestro y ocultaba su rostro. No entro convencionalmente,
lo hizo escalando el muro de una forma claramente sobrenatural, digamos que no
le costó mucho subirlo ni necesito cuerda para trepar. Gaspar asegura que si
tuviera que apostar diría que es “uno de los suyos”, refiriéndose a la Estirpe.
Busca sin descanso a alguien llamado Jacob, un anciano leproso que cojea y se
apoya en una vieja espada oxidada.
Mudji explica la
descripción de este visitante y su cometido a Meir y éste exclama sorprendido: -¡¡El Nazareno!!, y no se ha presentado…- El
Capadocio cabila su siguiente movimiento.
Meir decide viajar a
la ciudad de Nazaret, cree que allí encontrara indicios que le ayuden con el
Nazareno, quizás en su ciudad de origen se encuentre la solución. Teniendo en
cuenta de que Jacob ya está muerto y que la caza de sangre que se le impuso ya
no está vigente, quizás pueda resolver este asunto personalmente.
El Senescal deja al
mando de la ciudad a Oded, Vampiro que conoce desde hace más de un siglo, desde
que eran humanos y vinieron de Babilonia como retornados. Oded será el Regente
de Jerusalén y sus decisiones ahora son la ley. Esta cesión del poder la hace
Meir consciente de que Innominat le puso a él al mando y el responsable sigue
siendo él además de Oded. Pero el Capadocio confía en el criterio del Toreador.
Tras dejar todo atado parte dirección la aldea de Nazaret.
Oded decide hacer una
visita a Zikaron. Alexios le acompaña y espera fuera de la taberna, bajo una
antorcha que ilumina la calle. Oded una vez dentro con su jarra de sangre
servida por el mismo Zikaron, muy nervioso por cierto, decide utilizar su
Auspex tocando la Vitae para ver de dónde procede. Una serie de escenas rápidas
le describen al Toreador que Zikaron es un asesino efectivo que caza sus
víctimas en el barrio bajo, donde menos serán estimadas y en cuanto a la
naturaleza de sus objetivos, no parece tener un criterio específico, elige siempre
a la más vulnerable. Sus cacerías son por el día y Oded debe hacer un esfuerzo
enorme de valor para ver el ardiente sol en sus visiones y no dejarse llevar
por el terror, del que la bestia de su interior le alerta una y otra vez.
Con esta información
Oded se despide de Zikaron y al ir a contarle su hallazgo a Alexios repara en
que éste se encuentra tan tranquilo bajo la antorcha encendida. El Toreador le
pregunta si no teme al fuego y Alexios muy calmado le responde que no. Oded
sorprendido le pide ir al palacete del torno.
De nuevo en el salón
del trono, reunido con Amal, Alexios y Mudji, Oded decide no actuar hasta que
venga el Senescal o el propio Príncipe. Considera que se deben tomar decisiones
y que él no se siente capacitado para hacerlo.
Tocan el tema de los
asesinatos de Zikaron para servir Vitae, muchas veces a ellos mismos y Amal
sugiere darle una lista de víctimas de las que puede servirse. Tienen
diferentes opiniones enfrentadas sobre la moralidad de este asunto y surgen
varias cuestiones: ¿Qué hace Zikaron con las víctimas que no son aprovechadas?
¿Cuántos muertos hay cada noche? ¿Qué ocurre con los cadáveres?, algo que
cualquiera podría preguntar sobre cada uno de ellos…
Sahytana, Seguidora de Set |
Shaytana de
Elefantina
Por fin llega la caravana de Egipto que los personajes
esperaban. Un amplio séquito llena el salón del trono, decenas de esclavos,
cortesanos y artesanos vienen encabezados por una vampiresa que se presenta
como Shaytana, Seguidora de Set. Trae presentes en forma de oro y joyas en un
cofre que otorga como presente al gobernador de la noche de Jerusalén.
Es de una belleza
inaudita y Oded como Toreador se queda ensimismado ante ella, aunque con cierta
dificultad, mantiene la compostura. Piel pálida como la luna, ojos claros como
el agua y cabellos rubios como el sol, todo en ella llama la atención. Puede
ser una de las mujeres más bellas que han pisado Jerusalén.
Amal se siente
claramente atraído y no puede evitar sonreírla y guiñarle un ojo. La Setita le
responde con una sonrisa perfecta en la que muestra un carmín hecho con
brillantes y piedras preciosas pulidas, un sistema muy utilizado entre la
nobleza de la antigua Mesopotamia. En su corte hay muchas mujeres bellas con
sus entrecejos muy amplios, es la última moda en Grecia y un estandarte de
belleza actual.
Shaytana se arrodilla
ante Oded y este se presenta como Regente del Senescal de Jerusalén. La
Vampiresa pide habitar en Jerusalén ya que huye de una comunidad judía
extremadamente violenta, mayormente mercenarios, y ha preferido abandonar esos
hábitos y acabar en el origen de todo, Jerusalén, la tierra elegida por Yahvé.
Quiere habitar en la
ciudad buscando tranquilidad y honrar a sus Dioses en paz y armonía. Se ofrece
como contacto espiritual del Regente. Con ella vienen una serie de familias que
también se asentarán en la ciudad y pide poder mantener sus cultos politeístas
y que les deje rezar a sus Dioses, sabiendo que pueden ser estos mal vistos por
los habitantes de Jerusalén.
Alexios susurra a
Oded el asunto del Cazador Nazareno, por si la extranjera se quisiera pensar
quedarse en Jerusalén. El Regente Toreador se lo comenta y no parece
preocuparle en exceso. Finalmente Oded le da permiso para hacerlo y para
profesar su fe sin problema alguno, pero no les permite edificar templos.
Shaytana agradeció el gesto y sonríe al Regente que se encuentra embelesado con
su belleza.
La vampiresa ha
recibido las horribles noticias de la muerte de Auset, de su clan, y de la
marcha de su chiquillo Liezer hacia Tebas para guerrear contra Persia. Por eso
ha tomado la decisión de llenar su hueco antes de que llegue otro Seguidor de
Set y lo haga. Quiere reclamar el Dominio de Liezer para ocuparse de él, por
supuesto sirviendo al Regente y a la noble ciudad de Jerusalén.
Oded le niega el
Dominio y Shaytana, sin estar molesta le pregunta curiosa donde se encontraba
tal Dominio. Al responderle Oded que en el barrio más desfavorecido de la
ciudad, ella asqueada declina su petición. No está interesada en un lugar donde
sobreviven los muertos de hambre. -¡¡Que
mal gusto!!- Exclama horrorizada.
Viene de la isla
Elefantina, en Egipto, sirve al Dios Khnum, Dios creador de la Mitología
egipcia, a Yahvé, Señor del cielo y la Tierra y a su mujer Amat. Esta práctica
politeísta es inusual entre los habitantes de Jerusalén, pero muy común en
Egipto.
Cuenta que en su isla
natal hay un culto en honor a Yahvé y que también honra a Khrum, ambos están en su altar. Viene de
Elefantina, una isla que está en el río Nilo, contigua a la primera catarata.
El nombre de Elefantina es la traducción del egipcio antiguo Ab o Abu que
significa "elefante". En la Antigüedad fue la capital del Alto
Egipto, To-Jentit "La frontera".
Tiene gran
importancia desde épocas antiguas por estar adyacente a la primera catarata,
una frontera natural, en la que estaba emplazada una importante guarnición de
mercenarios y soldados, que controlaba las rutas del sur de Egipto.
Según la mitología egipcia, en esta isla fue la
morada de Khnum, dios con cabeza de carnero, de las cataratas, que vigilaba y
controlaba las aguas del Nilo desde cuevas bajo la isla.
Los presentes
escuchan su melosa voz. Sus historias embelesan a los vampiros. La Setita pide
celebrar una fiesta de presentación ante toda la corte de Vástagos de
Jerusalén. Oded se lo deniega hasta que venga su Senescal, él no puede tomar
esa decisión. Aun así el Toreador le ofrece una semana para darle respuesta.
Shaytana confiesa ser
una Toreador de corazón, si su Sire no hubiera matado al Toreador que se fijó
en ella ahora sería de ese clan. Pero ella siempre se ha sentido muy unido a
las tradiciones y a la humanidad de los Toreadores.
Oded pide guardar las
Tradiciones y da la bienvenida a Shaytana a la ciudad de Jerusalén. También le
invita a refugiarse aquí en el palacete, si no tuviera lugar donde hacerlo.
Shaytana declina amablemente la oferta.
Al despedirse la
Setita, lanza una mirada pícara a Amal y abandona la estancia junto a todo su
séquito, dejando tras de sí un rastro de pétalos y un aroma de varias
fragancias florales.
Siguientes pasos
Los personajes se
quedan en el salón del trono y comentan la llegada de Shaytana. Ninguno se
atreve a coger el cofre de recursos regalado por la Setita. Finalmente es Danna
quien toma la iniciativa y se lo lleva, por supuesto con el permiso del Regente
Oded. La Ghoul alega que será muy útil para cubrir gastos de gestión para su
señor Meir, Senescal de Jerusalén.
Todos temen un choque
de influencias entre Shaytana y el Espectro, ya que si ella no ha querido tener
nada que ver con los bajos fondos, deducen que las altas esferas pueden ser más
de su agrado, lugar seguramente vedado por el Espectro por estar demasiado
cerca del Gobernador Bagohi.
Amal arroja un poco
más de información sobre el lugar de procedencia de Shaytana:
Elefantina es una
colonia militar judía en Egipto, son judíos politeístas, y consideraban que Yahvé
tenía como esposa a la diosa Anat. Comunidades judías y arameas habitan en la
isla. Los judíos son mercenarios y los arameos más interesados en el saber y los
escritos.
Mantenían su propio
templo, la Casa de Yahvé, donde se ofrecían sacrificios, a Yahvé, a Anat y a
Khnum. El templo se construyó en el reinado de
Manasés, (sobre el 650 a.C.), habiendo permitido el culto pagano. Todos
los templos fueron destruidos por el monarca persa Cambises II, el hijo de Ciro
II el Grande, (entre el año 525 y el 522 a.C.) ganándose los persas, la
enemistad eterna por parte de los habitantes de Elefantina. Los sacerdotes de
la isla pidieron al gobernador de Jerusalén que les diera permiso para
reconstruir el Templo, este se lo otorgó.
Esto posiciona a los
habitantes de la Isla Elefantina, mayormente mercenarios, como enemigos de los
persas. Y no deben olvidar que Yehud, capital Jerusalén, es una Satrapía Persa.
A pesar de todo, gracias a su religión politeísta los presentes creen que Shaytana
hará buenas migas con Innominat y por extensión con Alamut.
Mudji y Amal se
encargan sin éxito de buscar al Nazareno. Hablan con Gaspar, contacto de Mudji,
ya que él le vio entrar le debe hacer llegar en mensaje de que desean una
reunión pacífica con él.
Oded y Alexios se
encuentran en la taberna de Zikaron, no hay noticias del Espectro, lleva noches
sin aparecer. Observan cómo las familias egipcias recién llegadas se “mezclan”
con la ciudad y lo hacen de una forma sutil y amistosa.
"El Espectro", Assamita |
La petición del
Espectro
El Espectro reclama
audiencia a solas con el Regente Oded, este le recibe. Ya en el poco iluminado salón
del trono, en penumbra, hablan en voz baja.
Los susurros
inquietantes del Espectro bajo su yelmo contrastan con la cercanía del Regente
Oded. El Assamita acusa al Setita Liezer de no salvaguardar correctamente su
Dominio durante el envenenamiento de los suyos. La quema de inocentes solo fue
una letal consecuencia de perder la partida contra un infame Assamita, por no
estar a la altura.
Los únicos que
perdieron fueron los habitantes de Jerusalén y las almas de los muertos que al
quemarse nunca descansarán en los fuegos del infierno. Sugiere que debería
expulsar a la Setita que acaba de llegar antes de que vuelva a haber problemas
por su culpa y haya enfrentamientos por su religión. Dice estar a tiempo y no
se arrepentirá, ahora puede hacerlo, cuando la serpiente eche raíces será más
complicado.
Oded responde que lo
tiene que estudiar, no puede tomar la decisión ahora. Le pregunta si tendría su
apoyo si la expulsa y El Espectro le asegura que incondicional y hasta la
muerte. Oded afirma que tendrá respuesta mañana por la noche.
Justo a continuación,
el Espectro le asalta con otra petición. Quiere crear descendencia; desea
abrazar a Zikaron. Oded le cuenta cómo éste consigue la sangre para su taberna,
asunto que no inquieta en absoluto a un Assamita. El Espectro dice conocer todo
sobre él y es el candidato perfecto para abrazar. Oded le responderá mañana
también, después de haberlo pensado y consultado.
Reunión de la corte
nocturna
La noche siguiente, Oded
reúne a la corte de Vampiros y les cuenta su encuentro con el Espectro.
Hablan sobre expulsar
a los Setitas. Amal no cree que vaya a servir para nada, volverán con más
rencor. Además bromea con el Regente diciéndole que no expulse a Shaytana hasta
que haya conseguido conquistarla. Volviendo al tema cree que si la echan de
Jerusalén volverá para vengarse, de alguna otra forma más virulenta. El Ravnos
se pregunta si es importante tener al Espectro de su lado, no cree que ahora
mismo lo esté.
Oded cree que el
Espectro siempre ha sido temido y respetado y cree que por algo será. El
Regente Toreador recuerda que será más sencillo echar a la Setita hacerlo ahora
que más adelante, cuando ya haya echado raíces, argumento que le dio el
Espectro. Por otra parte sabe que Innominat es un Príncipe que da oportunidades
y de inicio es tolerante.
Mudji apunta que
Innominat nunca ha estado en contra de los Seguidores de Set como muchos de su
clan. Cuenta que dentro del propio clan Assamita hay facciones con diferencia
de criterio sobre los Seguidores de Set. Cree que el Espectro no ha dado
problemas y que deberían confiar en él y expulsar a la Setita. Si hay que
elegir entre la extranjera Seguidora de Set y el Espectro, sin duda elegiría al
Assamita.
Alexios cree que el
mal menor es la expulsión. Si se hace con tacto, diciéndola que el Regente no
puede tomar esa decisión, puede ser una buena forma de tenerla fuera de
Jerusalén. De ese modo si Innominat decide dejarla pasar, el que queda mal es
el Regente y no el Príncipe. A ojos de Alamut Oded los habría echado, después
Innominat tomaría la decisión definitiva. Seguramente sería lo mejor para el
Príncipe. -Si los expulsas no vamos a
tener problemas con Alamut, si se quedan podemos tenerlos - asegura
Alexios.
Oded, Regente Toreador |
La respuesta
La siguiente noche en
el salón del trono, el Regente Oded, de nuevo ante el Espectro, esta vez junto
a Alexios, el Assamita.
Ha tomado una
decisión y de momento no va expulsar a la Setita. No es una decisión que pueda
tomar a la ligera. Él solamente está sustituyendo a un gobernante que se
encarga de tomar estas decisiones tan importantes. Oded asegura que se les
vigilará y ante cualquier razón para ello, se les expulsará si fuera necesario.
El Toreador le da al Assamita su palabra. El Espectro le dice, sin tono
amenazante, que lo lamentará.
El Espectro con la voz
contenida, pide permiso para abrazar a Zikaron. El Regente le da permiso al
Assamita, creyendo que así estará más calmado al haberle denegado una petición y
otorgado la otra. El Assamita se lo agradece con un gesto de cabeza se dispone
a abandonar la estancia. En ese instante Alexios le pregunta si hay algún
problema en mantener a su rebaño de mercenarios en la taberna de Zikaron, ahora
que va a ser su chiquillo. El Espectro niega con la cabeza, permitiendo a
Alexios mantenerlos allí.
Oded, ya ante sus
compañeros vampiros, les cuenta su encuentro con El Espectro y los tres creen
que se ha equivocado dándole permiso para abrazar a Zikaron. El Regente explica
que se lo ha otorgado por que nunca ha dado problemas.
Serpientes e Ilusiones
Amal sigue empeñado
en agradar a la nueva vampiresa Setita y así se lo hace saber al Regente, este
le pide que vigile a las familias de egipcios que han llegado con ella. Amal lo
hace y descubre impresionado como ya se han asentado e integrado en la ciudad,
con una rapidez pasmosa y aparentemente sin incidentes.
El Ravnos habla sobre
los recién llegados con su contacto Noé, que se encuentra con una importante
resaca. El viejo le cuenta a Amal que las nuevas familias no están dando
problemas, ninguna ha venido a vivir al barrio bajo, pero por lo que se dice
han adquirido propiedades de forma legal.
Amal solamente tiene
un pensamiento en su cabeza, saludar a esa belleza egipcia y darle a solas las
gracias por iluminar sus noches oscuras en Jerusalén.
El Ravnos va tirando
del hilo y no le resulta difícil llegar a Shaytana, la imponente Seguidora de
Set. Se encuentran en los sótanos de una noble villa de la zona bien, en una
estancia acomodada con cojines y camastros. En este bucólico ambiente flotan
perfumes y olores a inciensos varios. Salpican el lugar piezas de decoración de
una calidad exquisita, jarrones, estatuas, pinturas, entre otros objetos artísticos.
La belleza angelical
de la vampiresa apresa al Ravnos de tal forma que según se ven, se funden en un
abrazo interminable. Primero el sexo profundo y después la sangre caliente que
fluye por las bocas colmadas de ambos amantes. Acaban bebiendo uno del otro,
unidos en un interminable flujo comunicante. La Vitae es sabrosa y el placer
indescriptible. No hay sexo con humano que llegue a este orgasmo no muerto. Sus
mentes dejan de pensar y sus cuerpos danzan al unísono durante horas. Ambos se
sienten vinculados de sangre y ya nunca jamás romperán esos lazos, hasta el día
de la muerte definitiva de uno de los dos amantes. Ambos se sienten como dos enamorados
humanos, que culminan por fin su ardiente pasión. Mirándose a los ojos con
capaces de ver las arenas del tiempo y su existencia se paraliza siendo
completamente felices. Pero esa felicidad no durará mucho tiempo…
De las cortinas
púrpuras de la entrada irrumpe Zikaron, estaca en mano, que carga con furia
contra la Setita. Ambos amantes son pillados por sorpresa y con la guardia
baja. Shaytana y Zikaron forcejean en el suelo y el tabernero comienza a clavar
su afilada estaca de madera en el pecho de la Seguidora de Set. Su agudo y
agonizante grito se adentra en el cerebro de Amal como un cuchillo al rojo vivo
hundido en manteca.
Amal utiliza su
Disciplina de Quimerismo y con su poder de Realidad Horrenda consigue que
Zikaron se crea envuelto en llamas y empiece a sentir el mortal fuego quemando
todo su cuerpo. Mientras el atacante grita de dolor Shaytana consigue zafarse y
se coloca encima de Zikaron, pero este, aun gritando como un demente finalmente
le atraviesa el corazón con la estaca, dejándola inmovilizada. La mirada de
pánico de la Seguidora de Set es indescriptible y Amal escucha claramente como algo
se le rompe el alma.
Zikaron, en su mente,
sigue ardiendo por la ilusión creada por Amal, que continúa concentrado en ella
para que siga surtiendo efecto. El dolor es tan intenso que Zikaron cae al
suelo, momento en el que otra ilusión le inmoviliza. Del techo, como si hubiera
activado un resorte desciende una gran estaca de madera que le empala
atravesando su corazón y lo deja en sopor tendido en el suelo.
Amal aprovecha para sacar
una estaca de verdad y empalarle atravesando su corazón, pero esta vez ocurre
en la realidad, no solo en la imaginación de Zikaron.
Acto seguido Amal
desempala a la Setita y la libera de un destino incierto. Shaytana encolerizada
contiene la ira de su bestia interior y con una mirada de odio profundo exclama
en voz alta que espera que este asesino sea castigado con todo el peso de la
ley. La Setita sabe que el Ravnos tiene confianza con el Regente, ya que le vio
en su presentación en el salón del trono. Amal interesándose primeramente por
la salud de la Setita, carga después con Zikaron a la espalda y le promete a Shaytana
que así será.
Justicia Toreador
Amal arroja el cuerpo
inmovilizado de Zikaron ante el Regente Oded y este le pregunta qué es lo que ha
ocurrido. El Ravnos narra lo acontecido en los aposentos de cierta vampiresa
Setita. Amal acusa al Espectro de estar detrás de este atentado fallido contra Shaytana.
Oded tras escuchar
atentamente a Amal, cita al Espectro ante su corte para ser interrogado por lo
sucedido. Mudji y Alexios son requeridos por el Toreador para apoyarle en su
posible sentencia. Oded toca a Zikaron, empalado a sus pies, y con su Auspex ve
las emociones más importantes que han quedado plasmadas en su piel. Los flases
de las escenas son rápidos, las imágenes se agolpan en su mente. El Toreador ve
claramente como el Espectro abraza a Zikaron y como primera misión le ordena
acabar con el problema de Shaytana, la Seguidora de Set recién llegada. No
utiliza Dominación ni ninguna otra Disciplina mental, deja libertad de decisión
a Zikaron, pero también le deja claro que si no lo hace morirá por que el mismo
acabará con él. Si tiene éxito será un Assamita digno de su inmortalidad y
habrá apoyado claramente al clan con sus actos. La siguiente escena que ve es
la del ataque por sorpresa a Shaytana, que coincide con la versión contada por
Amal Faruk.
Oded tras ver esto,
deja muy claro a sus compañeros que hay varias posibilidades, teniendo en
cuenta que no se ha roto, oficialmente, ninguna Tradición, ya que nadie ha
muerto. Juzgarán y castigarán el ataque no el asesinato. En las opciones están:
castigar al Espectro por ordenar el ataque; castigar a Zikaron por ejecutarlo;
o a ambos por ordenarlo y ejecutarlo.
Hablan largo y
tendido sobre la justicia y la ruptura de Tradiciones. El debate sube el tono
por qué no llegan a un consenso, ninguno opina igual. Oded pregunta si quieren
matar al Espectro y ninguno de los tres quiere hacerlo.
Amal cree que debe
morir Zikaron pero sin anunciarlo a nadie, así el mensaje quedará claro para el
Espectro pero el asunto no trascenderá, ya que la noticia puede afectar negativamente a la guerra entre
Assamitas y Seguidores del Set. Shaytana no tiene por que saber que el Espectro
fue el que lo organizó y ante ella el asesino, Zikaron, habrá pagado su ofensa.
Y habrán dado un mensaje al Espectro y otro a la Setita. Lavando los trapos
sucios en casa, en privado, ganan de todas formas y el mensaje enviado será
firme y sutil.
Alexios deja muy
claro que el no va a mentir para encubrir nada. Amal le dice que no tiene por qué
hacerlo, simplemente puede no decir nada. Si llegase el caso, el Assamita
accede a duras penas.
Mudji no está de
acuerdo en culpar al “arma”, Zikaron. Se debería juzgar al artífice del plan,
al Sire, al Espectro. El sugiere dejar al tabernero empalado en las mazmorras
y esperar a que venga el Príncipe Innominat o su Senescal Meir para juzgarlo. Ellos
pueden decidir cuándo será el castigo y la posible ejecución.
Oded, tras escuchar a
todos los presentes ha tomado una decisión y llama al Espectro para juzgar el
ataque a Shaytana, Setita Egipcia, a manos de Zikaron, chiquillo no liberado
del Espectro.
La sentencia
El frío viento de la
noche trae al Espectro que irrumpe el salón del trono, Mudji y Alexios le
escoltan ya que ellos han ido a buscarle al Templo de Jerusalén. El camino hasta
el palacete del Príncipe ha sido en silencio absoluto, el Espectro sabe por qué
ha sido llamado y orgulloso no se esconde.
Su armadura mellada y
su frío yelmo metálico imponen y realzan su presencia en el lugar. Oded y Amal
se encuentran esperando mientras Zikaron descansa empalado en el frío suelo de
mármol fenicio.
Oded pregunta si sabe
por qué está aquí. El Espectro dice que sí y el Toreador explica: -Eres el responsable de los actos de tu
chiquillo no liberado Zikaron. Este ha intentado romper una Tradición atacando
a Shaytana y serás castigado por ello. ¿Tienes algo que añadir?- El
espectro niega con la cabeza. Oded continua nervioso -¿niegas tu implicación en este ataque?- El espectro apunta: -No niego nada, ¿Para qué he sido llamado? …
Acepto mi castigo, haz lo que debas-
muy serio Oded mira a sus compañeros y hace un gesto para ver si dada su
altiva actitud, entre todos atacarán finalmente al Espectro… pero ninguno de
ellos le responde con un solo movimiento, no se atreven a intentar matar al
misterioso Assamita, protector del gobernador Bagohi.
Oded alarga el
silencio mientras permanece pensativo ante el silencio de su corte. El Espectro
impaciente le mira a los ojos y con aire provocador dice con rabia contenida al
Regente Toreador: -Si vas a castigarme y
me has llamado para ello, ten el valor para hacerlo. ¡¡Castígame!! -
Mudji interrumpe la
tensión entre ambos y grita al Regente, -¡¡¡no
lo mates a él!!!-, refiriéndose a Zikaron, ya que Oded ha bajado la cabeza
mirando al indefenso tabernero empalado, con intención de tomar una certera
decisión.
Alexios puntualiza al
oído del Regente -Recuerda Oded, nadie ha
muerto- Oded dice en voz alta
mirando al Espectro a los ojos -Eso mismo es lo que te salva. Que nadie haya
muerto. Como castigo por tu trasgresión mataré a tu chiquillo Zikaron- El
Regente hace una seña a Amal y el Ravnos con un par de puñales afilados como el
infierno decapita a Zikaron. Su cuerpo dividido en dos envejece rápidamente
ante los presentes, ya que el neonato había paralizado el avance de la edad
hace más de cincuenta años, en su pasado como ghoul Assamita.
Con paso decidido el
Espectro abandona el lugar dejando al Regente y su corte ante el cadáver envejecido
y deshidratado de Zikaron, que no parece el mismo, más bien una sombre de lo
que alguna vez fue.
Mudji expresa su
enfado. Cree que el Regente se ha equivocado condenando al arma y no al
artífice del plan. Oded dice haber actuado lo mejor que ha sabido, el no es un
gobernador, nadie le ha enseñado a serlo, simplemente se ha visto en el papel
por ser el más antiguo que todos ellos, pero eso no quiere decir que debiera
estar al mando. De todos modos comparte con ellos que esta ha sido su decisión
como Regente, les guste o no.
La noche llega a su
fin y cada uno de los vampiros se recoge en silencio hacia su refugio. El día
arroja luz y calor sobre las frías sombras de Jerusalén, mañana será otra noche.
Segundo Templo de Jerusalén |