Meir, el sacerdote (539 a.C)

Preludio de Meir
“Babilonia, hasta hace poco el imperio más grande que ha existido, pero a toda luz le llega su hora, y este es el momento de Persia. Mi nombre es Meir, que significa el que brilla, y como decía mi abuela, es un nombre muy apropiado pues en cierto modo se podría decir que brillo, que soy una luz, un faro en el mundo oscuro y tenebroso de los muertos. 

Meir, El Sacerdote

Nací en Babilonia al igual que mis padres, pero no así mis abuelos. Ellos eran de Jerusalén, y llegaron aquí cuando eran pequeños, en el éxodo masivo que hubo.

Desde que nací siempre tuve el don de ver, oír y poder hablar con los muertos, y ellos siempre me buscaban para poder pasar al más allá o para expresar sus últimas voluntades, y eso hizo que mi vida fuese desgraciada.

Debido a mis facultades mucha gente me veía como un bicho raro, una amenaza, y un huérfano poco puede hacer en esa situación, pero gracias a Dios no estaba solo, pues los espíritus de mis antepasados estaban ahí para brindarme ayuda.

Mis padres murieron debido a la esclavitud de mi pueblo en Babilonia y solo me quedó mi abuela. Con el paso de los años y su consejo, logré hacerme un nombre entre mi pueblo, me convertí en un hombre de fe y poco despues mi abuela falleció.

Persia se ha fijado en Babilonia y su invasión es inminente. Tengo Fe en que los Persas nos liberen y poder regresar de vuelta a la tierra de nuestros ancestros así que perdóname si me estoy dando prisa, pero es mi oportunidad, quizás si regreso a Tierra Sagrada puedo librarme de esta extraña presencia y poder dormir al fin con tranquilidad. Además, he de enterrar las cenizas de todos los ancestros que murieron fuera de Jerusalén ya que muchos de ellos no podrán avanzar si no lo hago, y como guía espiritual, es mi deber.

Soy Meir, descendiente de la tribu de Isacar y nuestra bendición es la siguiente:

 "Y de los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos..." 

Si, como te habrás imaginado, no es que discernamos los tiempos, es que el tiempo viaja con nosotros, pues los muertos tienen muchas fechas y su saber abarca y abarcará muchos milenios.”