Oded, el torturador (539 a.C)

Preludio de Oded
Oded es descendiente de judíos, hijo mayor de una familia acomodada de Babilonia que envió a su hijo fuera como ayudante de un maestro pintor fenicio llamado Adon.

Oded, El Torturador

Adon era un maestro artista muy maleable y visionario y tuvo la intuición de que Persia era el gigante que se comería a todos los pueblos colindantes, así empezó a ser, mientras él y Oded trabajaban para adornar su arte Persa.

El arte persa recibió influencias egipcias y, sobre todo mesopotámicas. Adon y Oded hicieron cerámicas con  toros androcéfalos pintados al igual que tablillas de arcilla con dibujos de soldados empleando el arco o venerando a sus sagrados caballos.

Entre las realizaciones más notables en las que trabajaron estaban los adornos en palacios de recepción y las esculpidas tumbas reales excavadas en acantilados y decoradas con relieves que representan las diversas provincias del imperio.

Ayudaron a decorar sus  pirámides, los capiteles formados por troncos de toro contrapuestos y la perfección de su cerámica vidriada. Adon sabía que los Persas no estaban aportando grandes novedades a la ya existente arquitectura del mundo mesopotámico.

(Realmente este fue el Arte Persa del que podemos disfrutar en los museos en la actualidad)

Fue en la antesala del Imperio Persa donde Oded aprendió un oscuro y secreto arte enseñado por los mejores maestros persas especializados en el dolor.

Oded descubrió el arte que realmente le fascinaba y no era pintar arqueros ni amasar cerámica, si no torturar carne viva y pintar con la sangre del torturado agonizante. No solo aprendió de los mejores torturadores persas si no que tuvo la oportunidad de practicar su arte en sus mazmorras con sus cautivos.

Adon murió de unas fiebres contraídas por culpa de alguna tribu recién invadida y Oded decidió regresar a Babilonia junto a su familia. Cuando lo hizo descubrió que su familia había sido asesinada por la ambición de alguna familia noble Babilonia solo por ser judíos. 

Oded no lloró su perdida, pero si pensó que los Babilonios podrían ser buenos lienzos para su arte.

Oded espera la señal para empezar una nueva vida...