Capítulo 14: Desterrado a Babilonia V (608-597 a.C)

Jacob, Primogénito Nosferatu
Diablerie del Primogénito Nosferatu
Bajo la ciudad santa de Jerusalén, una noche que Jacob está de caza por una catacumba lejana a su área habitual sufre un derrumbamiento que le arroja a una cueva natural que nadie había pisado en siglos.

Era una cúpula natural en cuyo techo dormían cientos de murciélagos hibernando y bajo ella un lago subterráneo de agua cristalina. La escena estaba iluminada únicamente por el pequeño agujero por dónde Jacob había caído y un rayo de luz tenue señalaba algo en el interior del lago subterráneo.

Tímidamente Jacob se acercó al lago mojándose con el agua helada y vio en el fondo lo que parecía ser un sarcófago de piedra. Se sumergió y gracias a su sobrenatural potencia lo abrió.

Un movimiento brusco y una diferencia de presiones hizo que  el sarcófago se llenase de oxígeno y subiera a la superficie flotando, al parecer el material del que estaba hecho era algún tipo de aleación menos pesada que la piedra, una roca que Jacob en sus siglos de existencia, jamás había visto.

En el interior el cuerpo impoluto e incorrupto de un viejo y lejano Rey, sus ropajes intactos y su perfume a bosque salvaje emana de su cuerpo inerte. Portaba una carta entre sus manos cruzadas encima de su pecho.

En la carta ponía:
“He vivido muchas vidas y he sufrido muchas muertes. Cinco generaciones me separan de nuestro padre Caín. No deseo vivir más pero no tengo el valor de quitarme la vida, así que esperaré aquí en letargo como regalo para aquel vástago que quiera tomar mi esencia en Amaranto dándome así la paz que merezco y el descanso eterno a mi alma dentro de la suya. Es mi último deseo y espero que llegue pronto la hora.”

Jacob tras leer la carta y al ver que ha sido un regalo de Dios, muerde, absorbe toda su esencia y diaboliza al recién descubierto vampiro, hundiéndose cada vez más en el abismo de las tinieblas contra las que había luchado durante tanto tiempo.

El poder del durmiente hizo que Jacob descendiera de generación siendo así un Matusalén de la quinta generación alejada de Caín.


Alí, Gangrel
La manada Gangrel
Mikeas el antiguo Gangrel venido el Valle de Hinnom decide reunir a los Gangrel de la zona y liderarlos como una mandada con el fin de ser más fuertes y poder ayudar mejor a Jerusalén.

Actualmente había en las inmediaciones de Jerusalén tres Gangrels, Noé, Alí y Corcego. Cada uno con apenas un siglo de existencia. Ninguno de ellos era muy amigo de la civilización. Solían cazar cerca de las rutas de comercio y deambulaban de una ciudad a otra como nómadas sin quedarse nunca mucho tiempo dentro de una. Cuando estaban en Jerusalén no tenían mucho trato con otros vampiros y entre ellos apenas se conocían, y tenían un respeto mutuo y cada uno cazaba en zonas diferentes.

Noé, Gangrel
No estaban interesados en la política ni en fraternizar con ningún vástago. De vez en cuando hacían algún encargo puntual si lo creían oportuno, pero sin ningún compromiso ni atadura. Nada les interesaba en exceso para poder comprarlos.

Mikeas tenia contactos amistosos con Corcego y habían cazado juntos más de una vez, y este le respetaba como antiguo más viejo que él.

Mikeas los reunió una fatídica noche y les explico que solo como
Corcego, Gangrel
una manada liderada por el, el más viejo de todos ellos, podrían ser más fuertes y sobrevivir. La escena terminó en un baño de sangre en el que Alí mató a Noé en una pelea encarnizada en la que ni Corcego, ni Mikeas, pudieron hacer nada para evitar el desastre. Esto ocasiono que las relaciones fueran más tensas y distantes y que culparan a Mikeas por forzar este drama cuando tenían armonía en su situación anterior, jamás se lo perdonaron, sobre todo Alí que aquella noche mató a un hermano Gangrel y desde entonces jamás fue el mismo.


Elsh, Matusalén Toreador
Elsh el Matusalén Toreador
Elsh lleva en la ciudad desde que vino pagado por el Rey Salomón para hacer su gran templo. Se enamoró de la ciudad y juró que jamás la abandonaría.

No es muy amigo de la política ni de las relaciones, es un artesano y su interés es meramente artístico. Por encima de todo esto está preservar la belleza de Jerusalén.

La única, gran alegría su no vida es la
 arquitectura, en especial construir sitios
Belial, Toreador
de culto. En ocasiones desearía que su fe se reavivara, ya fuese en uno de los dioses de su olvidado pasado mortal o en uno de los que ahora son adorados en tu ciudad adoptiva. No obstante, las visiones de destrucción, miseria y terror creadas por las guerras son todo lo que necesita para que tu corazón retorne a su secular desapego.

Pedro, Toreador
Elsh es un anónimo fenicio. Es más bajo que la mayoría de los habitantes vivos de Jerusalén, pero su oscura tez y su pelo negro y rizado no llaman la atención. Sus dedos son excepcionalmente finos y fuertes: puede tallar piedra y pintar
Samaliel, Toreador

 filigrana con la misma facilidad. Se viste con ropa bien confeccionada pero sencilla, normalmente de colores apagados que no llaman la atención y disimulan las manchas si derrama algo estando en el lugar de una construcción.

Mentor de Gabriel, al que deja total libertad y autonomía para velar por los intereses del clan a su manera, dejando a un lado su edad, ni su generación, ya que por derecho Elsh debería ser el Primogénito y líder del clan Toreador en Jerusalén.

Goromel, Toreador
Gabriel ha intentado más de una vez que se involucrara en asuntos políticos, pero Elsh ha declinado alegando que no es su cometido.

Los Toreador de la ciudad al mando de Gabriel son
Pablo, Toreador

 constructores, artesanos, amantes (y preservadores) de lo exquisito, los Toreador en
 Jerusalén luchan para preservar y aumentar la belleza y valor cultural de la ciudad. No están interesados en la política aunque puede sin duda alguna definirse como una forma de arte en sí misma.

Actualmente había hay seis Toreadores además de Elsh y 
Norberto, Toreador
su chiquillo. Luchaban cada uno a su manera por preservar la belleza y el valor cultural de la ciudad. Elsh es el más viejo del clan, pero no su líder, jamás les ordena que hacer, son libres de expandir y cuidar su arte. Elsh No es muy popular entre los suyos. 
Los constructores son: Belial, cantero y  Pedro, arquitecto; los artesanos: Samaliel, Orfebre y Goromiel, Herrero y los amantes de lo exquisito, Pablo, vividor y Norberto, cortesano.

Gabriel los lidera como su Primogénito, ya que se ha ganado su respeto y ha aumenetado su posición el la ciudad para fomentar la unidad en el clan.


Kothar, Matusalén Nosferatu
Kothar el Nosferatu
Junto con Elsh, Kothar es el más viejo de Jersualén, y se dice que lleva en el Valle de Hinnom, al oeste de Jerusalén, a las afueras, desde antes de que el Rey David conquistase la ciudad a los Jebuseos.

Kothar es la clase más benévola de fanático religioso. Kothar cree, y así se lo ha dicho a su chiquillo Herodes, que un día todos los sanos y poderosos en torno de él serán eliminados, dejando el resto de la existencia para él y sus seguidores. No obstante, Dios se ocupará de la limpieza, no él, y por ello aguarda su momento y asiste a los que aceptan su ayuda.

Habla con voz baja y amigable, encolerizándole sólo cuando sus discípulos le informan de haber sido maltratados por algún extraño. Cualquier culpable al que puedan identificar y cuya iniquidad pueda confirmar, halla un prematuro final en una de sus raras salidas fuera de Hinnom. Después regresa a sus oficios e interpretación del saber aportado por tus discípulos.

Aquellos que se encuentran con Kothar por primera vez suelen preguntarse cómo es posible que se mantenga unido en una sola pieza. Su carne es apergaminada y su cuerpo marchito, con huesos desnudos visibles por muchas partes. Apenas puede reunir el suficiente aliento para que se oiga su voz. Las cataratas velan el ojo que le queda. Si no fuese por los poderes de la vitae, estaría completamente incapacitado.

Herodes su chiquillo, ahora enviado a Jerusalén junto a Mikeas el Primogénito Gangrel, ha acudido en su ayuda más de una vez pidiendo que se involucre en la política de Jerusalén, pero Kothar ha rechazado sistemáticamente estas peticiones alegando que seria perjudicial para su colonia de leprosos en Hinnom, y es una razón suficientemente poderosa para mantenerse al margen, haya guerras, traiciones o conquistas. Siempre dejan a un lado a la colonia de leprosos, no nos un caramelo apetecible para ningún conquistador.


Ephraim, ghoul de Kothar
Ephraim a Jerusalén
Ephraim, era el ghoul de Kothar desde hace más de un siglo y siempre había vivido en el Valle de Hinnom. Como buen judío comparte con Kothar en especial su compasión por los menos afortunados y aquellos al borde de la muerte. Entremezclarse con el resto de la sociedad le resulta difícil.

Ephraim era sastre antes de contraer la lepra. Una vez desterrado a Hinnom, sirvió a Kothar y a sus compañeros leprosos, tratando de olvidar su desgracia personal mediante la ayuda a aquellos más mutilados que él mismo.

Su tarea en la colonia era esencial, ya que animaba al pueblo leproso en múltiples ocasiones, pero ahora Kothar le había pedido que ayudase a su chiquillo Herodes en Jersualén.

Ephraim era ahora el Ghoul de Herodes en la ciudad y hacia trabajos de espionaje y diplomacia para su nuevo señor, mientras aprendía lo que era vivir en Jerusalén como su Señor Kothar le había pedido.


Nuno de Judá
Nuno de Judá, el  Ventrue
Solo hay un Venture además del Primogénito Samael. Su nombre es Nuno de Judá. Hijo de familia noble judía, fue criado entre los placeres de la no-vida y el ejército, hasta que su padre, general del Rey murió en la guerra por Jerusalén.

Nuno se hizo cargo de su familia y mantuvo alto el linaje hasta que la peste arrasó sus tierras y lo dejaron en la inmundicia. De la nada fue capaz de reconstruir un pequeño imperio que había desaparecido. Fue recompensado con la no-vida, 60 años duró su formación y fue liberado por su Sire a la fuerza, ya que los Baali lo diabolizaron en la purga.

Nuno consiguió sobrevivir gracias a un desprendimiento causado por un incendio que lo sepultó durante 30 años. Cuando despertó las cosas apenas habían mejorado, al menos los Baali no gobernaban, primero gobernaron los Asirios y ahora los Egipcios.

El solo estaba interesado en abrirse un hueco en la corte de Jerusalén, para demostrar a él y a todos sus antepasados que su sangre es azul y nació para gobernar.

Actualmente pasa desapercibido en la corte Setita, y se lucra con el comercio entre Fenicia y Alejandría. Tiene conocimientos estratégicos y una modesta posición desde la que prospera poco a poco, algún día verá a todos los demás desde arriba, solo hace falta paciencia y dinero…

Samael contacta con el y lo adopta como Mentor, enseñándole todo lo que puede y dejándole al mando de sus asuntos cuando se va de viaje a otros reinos en busca de ayuda.

Nuno no parece el más hábil de los discípulos, pero su potencial y su sangre azul es un diamante en bruto en el que Samael decide trabajar.


Nosferatus de Jerusalén
El exodo Nosferatu
Jacob era líder de un puñado de Nosferatus, pero cada vez descuidaba más su lazo de paternidad con sus hermanos de clan. Había tomado decisiones importantes para todo el clan en Jerusalén, sin contar con ellos, incluso decidió ir a la guerra dejando a su infame chiquillo David al mando.

Y cuando regresó todos los Nosferatu al cargo de Jacob quisieron reunirse en un ultimo Cónclave.

Los Nosferatu de la ciudad eran bastante miedosos y cautos. Un clan que llevaba aquí desde la creación de la ciudad y ha sufrido mucho.

Empezaron a trabajar como una red de espionaje a raíz del Reinado del Príncipe Asirio, Uruk. Uno de ellos como portavoz le convoca y también a Herodes, Nosferatu del Valle de Hinnom.

Todos hablan y le explican la situación hasta ahora, no habla uno solo. Y Jacob, su chiquillo
Josías, portavoz Nosferatu
David y Herodes escuchan a los Nosferatu congregados.

-Josias: “Estamos cansados de ser moneda de cambio.”

-Daniel: “Agradecemos a su ti, nuestro líder todo lo acontecido hasta ahora.”

-Josias: “Sabemos que todo lo que has hecho lo has hecho pensando en nosotros, pero no podemos más…”

-Abel: “Sabemos que el chiquillo no debe levantar la voz ante el antiguo, pero no nos importan las represalias, no pueden ser peor que lo que tenemos ahora mismo”

-Saul: “Hemos sido masacrados por los Assamitas mientras huíamos de nuestra ciudad en la toma de Jerusalén por los Asirios. La mitad de los nuestros murieron aquella noche.”

-Jeremias: “Luchamos contra los Baali en la purga, un no somos guerreros. Fuimos diezmados y sobrevivimos porque Dios lo quiso.”

-Paul: “Hemos sido obligados a salir a la superficie, donde uno de nuestros hermanos fue asesinado, por el poder vampírico y la política que nunca nos ha agradecido nuestra aportación.”

-Jeremias: “Tú nuestro líder nos ha abandonado para ir a una guerra humana que no nos concierne.”

-Saul: “Derrotado, regresas y lo primero que haces es anunciar que se va a buscar aliados fuera de Judá, abandonándonos de nuevo a manos de tu chiquillo consentido al que no mide por el mismo rasero que a los demás.”

-Abel: “El mismo chiquillo que saboteó nuestro propio ejército humano de Jerusalén enfermando su agua para dar poder al enemigo que esperaba tras las murallas, y todo por sus ideales caóticos y que jamás fue castigado por ello."

- Daniel: "Chiquillo antiguo del líder que diaboliza a un pobre diablo para obtener más poder y esa diablerie es alimentada por nuestro líder que se vanagloria de que Dios le ama.”

-Josias: “La diablerie no es amor”

-Paul: “Si el príncipe lo hubiera descubierto, podríamos haber muerto todos”

-Daniel: “Nos sentimos desprotegidos, utilizados, diezmados y abandonados”

-Abel: “Nos hemos enterado que en la colonia del Valle de Hinnom viven Nosferatus, nunca han sido molestados, nadie quiere nada de una colonia de leprosos.”

-Paul: “Queremos ir a vivir allí, queremos que Kothar nos acoja en su comunidad y estar bajo la protección de alguien que piense en ellos y no en la política corrupta del Demonio.”

-Saul: “Pedimos aquí a nuestro líder que por la misericordia de Dios nos libere y nos deje ir.”

-Josias: “Pedimos aquí al chiquillo de Kothar que nos ayude a que nos acojan en la colonia.”

-Jeremias: “No vemos futuro aquí.”

Jacob, su Primogenito y lider les dice atonito, malhumorado y triste:

“¿Quereis iros? Fuera de aquí, no os necesito”

Dicho esto, todos los Nosferatu se van cabizbajos rumbo al Valle de Hinnom, llorando sangre en una escena desoladora.

Jacob se queda desolado junto a su chiquillo David, impasivo y Herodes, atónito por el éxodo Nosferatu.


La búsqueda de Samael
Durante 11 años de Principado de Raoteph en Jerusalén y Samael decidió, como diplomático reputado entre los Asirios, con el consentimiento del Príncipe buscar ayuda en reinos vecinos. Jacob lo acompaño en su peligroso viaje, habían estado juntos en la guerra y el lazo que los unía era fuerte.

Jacob había perdido su norte tras abandonarle sus Nosferatu y estaba perdiendo la guerra con la bestia con lo que peligraba su existencia misma. Decidió buscar junto a Samael en otro reino la respuesta y el nuevo camino que debía seguir para cambiar su existencia, y sin ninguna garantía partió.

Samael había contactado como diplomático experto que era, con otros reinos y sus indagaciones le llevaron a encontrar un Matusalén de incontables años de edad, en el Reino vecino de Grecia.

Allí partieron Samael y Jacob, en un peligroso viaje, costeado por la fortuna del Ventrue. Llegaron a Grecia y en un viejo panteón de un gran cementerio en Atenas se encontraron con Abraham, el Capadocio.

Abraham, Matusalén Capadocio

Samael y Jacob entraron en el antiguo panteón del cementerio más grande y antiguo de Atenas. Había un cálido y seco aire en esta tumba. Era una cámara  bajo un templo donde Abraham trabajaba. Estaba llena de cientos de rollos de pergamino y  el suelo cubierto de mapas, anagramas y localizaciones en todo oriente medio.

Abraham era increíblemente viejo y su aspecto era peculiar. Tenia el rostro de una momificada sombra de lo que debió ser. Su cabello canoso, su figura era flaca, demacrada, pálida y descarnada. A menudo parecía profundamente abstraído como si rezara y estuviera al margen del mundo que le rodea.

Samael le expuso a Abraham que si el se venia a Jerusalén, seria muy útil para el reino de Judá en su actual situación, pero no habia nada que motivase al Capadocio para abandonar su búsqueda de la Torá Negra para ayudar a unos compañeros amigables pero desconocidos.

Los tres matusalenes hablaron durante noches. El viejo capadocio cesaba de hablar de improviso, como transportado súbitamente por un pensamiento. En ocasiones de las conversaciones, mascullaba en voz alta. Clavaba la mirada en una ventana imaginaria y volvía a hablar resueltamente de la complejidad de sus estudios y del papel que los Cainitas jugaban en ellos.

Se interesó por Jerusalén: “¿Qué tipo de erudición religiosa hay en ese reino? Los capadocios nos afanamos por saber más, comprender más, incorporar más antiguos saberes que debemos estudiar.”

Samael le explicaba que al ser Jerusalén una ciudad santa, con tanta edad y sabiduría en sus suelos como el tiempo mismo podría ser de interés para el capadocio. Pero el objetivo actual de Abraham era encontrar la así llamada Torá Negra, un manuscrito según se dice escrito con tinta blanca sobre pergamino ennegrecido y que contiene revelaciones adicionales del Profeta Elías, y sus investigaciones no lo situaban en Jersualén.

Abraham estaba estudiando Escritura profética. Se había consagrado a estos estudios místicos para comprender el lugar de la muerte en el universo, y tal vez el suyo propio en la no vida. Inician sus revelaciones para Abraham, y cree firmemente que fe, lucha y muerte tienen significados más profundos. Su única ambición es el estudio de los textos y revelaciones sagradas. Los asuntos políticos de humanos y vampiros le traen sin cuidado. ¿Por qué? La búsqueda de respuestas con la ayuda de colegas mortales y Cainitas de toda Europa y Persia a fin de confirmar sus descubrimientos.

Samael le pregunto si en Persia, actual conquista Babilona, había algún Matusalén que pudiera ayudarle que estaba dispuesto a viajar al peligroso país si con ello encontraba ayuda para liberar Jerusalén.

Abraham les contó la historia de Mandalay, un vampiro incehiblemente viejo que se creía que podía ser un 4ª o 5ª, no se tenia claro. Era una leyenda.

“Mandalay, el morador de tumbas, es una descarnada y polvorienta figura, ya sea debido al desgaste del peso de años bajo la forma de una asexuada, desecada momia. Desmesuradamente hábil y grácil, Mandalay parece surgir a intervalos de un lugar a otro, en vez de andar como los mortales. Mandalay, lleva normalmente una sucia djellabah, pero a veces se le ha visto caminando desnudo. Se rumorea que Mandalay posee el tercer ojo, aunque suele cuidarse de ocultarlo. La voz de Mandalay es el susurro del polvo sobre los huesos pulidos.

Mandalay es antiguo, misterioso, depredador y paciente. Ha sobrevivido muchísimo tiempo, y ha aprendido cosas inauditas. Es de Persia, originario de la oscuridad del reino de Nabucodonosor. Se mueve como un remolino de polvo en los vientos de la noche.

Algunos lo llamaban demonio, otros, monstruo. Los sabios entre los rabinos decían que estaba maldito con la sangre de Caín y los eruditos dejaban que la sigilosa bestia se ocupase de sus propios asuntos.

Mandalay en su descarnada y tenebrosa se alimenta y da muerte ocasional a paganos desgarrándolos en pedazos, arrojandosus trozos a los cuatro vientos para luego desaparecer. Es una sombra entre las sombras, una leyenda entre los legendarios.

Acaso el más viejo de los Cainitas de Persia, es un pavoroso mito incluso entre los demás vampiros. Mandalay habla poco y se dejaba ver menos.

Varios ghouls afirman haber visto la forma del color del desierto de Mandalay de pie en la parte superior de las murallas de la capital, en el ocaso cuando el viento forma de repente una tormenta. Otros dicen que lo han visto caminando entre los leprosos y Nosferatu. La verdad de estos rumores nunca han sido confirmados. Mandalay es uno de los más aterradores enigmas  de Persia.

Hay quien dice que Mandalay es menos misterioso de lo que parece. Hay textos que perduran desde Babilonia que aseveran que Mandalay luce el tercer ojo, y es un chiquillo y estudiante de Saulot.

La mayoría de los Cainitas que se ocupan de estudiar tales cuestiones, no obstante, creen que en realidad Mandalay fue antaño Keres, no se sabe su generación, puede ser un descendiente de un Tzimisce de cuarta generación o incluso del primero de los Tzimisces, su primogénito."

Samael tras descubrir esta información con sus recursos lanzó misivas para contactar con Mandalay en Persia pero no fructificaron, decidió no ir en persona en su búsqueda por el temor de su leyenda, ya que no tenia todas con el de salir con vida de dicho encuentro. Aunque la intención de Samael era atraerlo a Jerusalén para así ser una ciudad de Matusalenes a tener en cuenta antes de conquistar una y otra vez.

Samael partió solo dejando a Jacob con Abraham y siguió buscando ayuda por los reinos vecinos. Sin éxito alguno regresó a Jerusalén casi una década después de su partida. Informó al Príncipe Raoteph de sus hallazgos y junto a Nuno comenzó a integrarse en el comercio bueno para todos.

Abraham era un Maestro del camino del Cielo, una señal para Jacob que estaba perdiendo el de la humanidad. Jacob le pidió que fuera su maestro en el Camino del cielo y Abrham accedió. Pasaron juntos años hasta que Jacob había afianzado su nuevo sendero del cielo. Ahora lo vea todo tan claro, los errores que le habían llevado hasta allí eran los mismos que le habían permitido ser una nueva persona y era el momento de regresar a casa. Agradeció a Abraham su dedicación y partió para impartir la senda del cielo.


El Regreso de Jacob
De regreso a Jerusalén, Jacob viajó por todos el reino de Judá, como único cometido aprender más sobre Dios y sobre como luchar en su nombre, contra las tinieblas. Fue arropándose de un nuevo grupo de seguidores humanos que habían dejado sus anteriores vidas para luchar y morir por su benefactor y Ángel de la guarda llamado Jacob.

En  Nazaret hubo un grave incidente en el que un sacerdote con Fé llamado Kiroun que vio en Jacob al demonio encarnado y decidió cazarlo y devolverlo al infierno. Lo llamaban el Nazareno y reclutaba guerreros para cazar a Jacob, en más de una ocasión lucharon ambos grupos estando el Nosferatu cerca de la muerte definitiva.


Kiroun  "El Nazareno"


Jacob con su nuevo camino del cielo regresó a Jersualén, pero antes de hacerlo debía saldar una deuda pendiente que tenia con su alma. Perdonar a sus hijos Nosferatu que tan ciegamente habían creído en él y que habían huido al Valle de Hinnom para salvar su bendita existencia al amparo de Kothar, el viejo Nosferatu al que Jacob no conocía.

Jacob llegó al valle de Hinnom arrepentido y con un solo cometido: perdonar a sus Nosferatu y que estos le perdonaran a él. Todos los Nosferatus que antes habían sido sus discípulos en las cloacas de Jerusalén rodearon a Jacob y cuando este les dijo que les perdonaba y que entendía sus actos, todos los Nosferatu se fundieron en un gran abrazo cuyo centro era Jacob llorando sangre por cerrar tan bien este capitulo de su vida.

Jacob se arrodilló ante Kothar y le agradeció acoger a sus Nosferatu. Ambos lideres se abrazaron y sin más palabras continuaron sus caminos por separado, era lo que Dios quería. Jacob liberado llegó a Jerusalén para empezar una nueva no vida con sus nuevos seguidores. Pero Kiroun, el Nazareno había llegado también a Jerusalén...