Capítulo 15: Desterrado a Babilonia VI (597 a.C)

Rey Jeconias
La Rebelión de Joaquim
Durante los 8 años anteriores Filisteos y Fenicios mandan sendas propuestas de rebelión a Judá. Ambos reinos se rebelan a Babilonia. Joaquim no puede resistir la tentación de ceder a las propuestas de rebelión de sus vecinos fenicios y filisteos.

Arameos, amonitas y moabitas de las tribus nómadas del sur realizan incursiones contra Judá. Nabucodonosor II incita a bandas de estas tres tribus para que ataquen a Judá.


El Asedio a Jerusalén
Comienza un asedio de Babilonia Jerusalén. Miles de soldados Babilonios asedian la capital.  Con la intención de llevarse prisionero al Rey  Joaquim a Babilonia.
Joaquim pide a Yahveh para que obre otro milagro si el pueblo seguía salmodiando:
"¡Éste es el Templo de Yahveh!". Como el del sitio Asirio arrasado por el Ángel de la Muerte. De nuevo un invasor asediada la ciudad, esta vez Babilonia y no hay como diezmarlos.

La mitad de la corte quería sumirse a Babilonia para que no corriese la sangre.
Tras un intenso Cónclave con sus consejeros. Joaquim desafía al invasor negándose a ceder la capital de Judá, Jerusalén. El Profeta Ezequiel, profetiza en sus escritos la caída de Judá ante Babilonia.

Aššur-nasir-pal II, el Matusalén Assamita Asirio ofrece alianza a los Vampiros de Judá dejando diferencias a un lado. Les cuenta como los Seguidores de Set le tentaron con la fructífera alianza tras sus diferencias y en la Guerra murió Uruk su chiquillo dejando oportunamente a Raoteph en el Principado de Jerusalén y manteniendo el poder Egipcio en Judá y dejando a un lado a Asiria para que Babilonia nos aplastase del todo.

Los Setitas nos traicionaron y harán lo mismo con vosotros, no lo dudéis ni un segundo. Inoculan su veneno con sus ofrendas y después cuando quieres darte cuenta no tienes nada y es todo suyo. Para que veáis mi buena voluntad os daré información privilegiada: Akkad, Chiquillo de Sargón y Balih, Brujo Caldeo asedian la ciudad y esperan su turno para entrar. Ambos están al mando del ejército diurno y nocturno de Babilonia.

Assur quiere dar un golpe de estado contra Raoteph el actual Señor de la Noche de Jerusalén. Sugiere matar al Rey Joaquim y arrojarlo por las murallas para cesar con el desafío ante Babilonia, y así prestar pleitesía ante Sargón, El Grande.

Son superiores y es la mejor forma de seguir con no-vida, no conocen el poder de Sargón, tiene 2000 años de vida. Jamás ha perdido una guerra y nunca ha mostrado clemencia con sus enemigos y menos con los que oponen resistencia, y Judá ha sido condenada desde el momento que los Seguidores de Set alentaron la rebelión para molestar a Babilonia.

“Los Setitas de Egipto nos han condenado una vez más.” Afirma Assur. Sugiere que el Rey sea asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia y su cuerpo sea arrojado fuera de las murallas de la ciudad informando al enemigo de su decisión.

Assur se alía con la facción judía que le promete dar un golpe de estado a Raoteph. Juntos preparan el asesinato del Rey y Assur lo culmina con su influencia.

Joaquím murió oportunamente antes de que pudiera ver el resultado de su desafío. Murió asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia y su cuerpo fue arrojado fuera de las murallas de la ciudad.


La muerte del Rey Joaquim
Joaquím murió oportunamente antes de que pudiera ver el resultado de su desafío. Murió asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia y su cuerpo fue arrojado fuera de las murallas de la ciudad. Joaquim  dejó a su hijo, Joaquín también conocido como Jeconías, para hacer frente al indignado ejército babilonio.

La corte de Jerusalén no se atreve a poner un nuevo Rey y hay un miedo atroz a las consecuencias de Babilonia si entran, que será cuestión de tiempo. Jeconías es el primogénito de Joaquim. El consejo Hebreo discute su situación acaloradamente. Jeconías es nombrado Rey en esta turbulenta situación.


Shu, Setita
Desertores en la corte
Raoteph mantiene su liderazgo a la cabeza de Jerusalén defendiendo su postura ante Babilonia. El Príncipe reúne a la primogenitura y a Shu, Responsable de la familia Real. Pide explicaciones a Shu sobre la muerte del Rey, al no tenerlas la castiga con el vínculo de sangre y 100 latigazos ante la primogenitura y el resto de su corte.

Raoteph reúne a los vástagos que actualmente quedan en Jerusalén e informa a los presentes de la decisión de los compañeros que no están aquí de desertar al enemigo por miedo. Faltan un total de 16 vástagos de todos los clanes.

Tauret, Setita
“Estamos los que estamos aquí, únicamente los elegidos por los Dioses para proteger Jerusalén del Invasor.” Afirma Raoteph a su mermada corte.

Ante el temor del enemigo muchos vampiros menores en contra de sus líderes se entregan a Sargón para salvar su no-vida.

Estos son los valientes que permanecen junto a sus antiguos y declaran ante su Príncipe Raoteph:

Ali, Gangrel: “Que me arranquen mis negras pelotas de mi cuerpo
Nebet, Setita
muerto”

Belial, Toreador: “No soy ni seré un esclavo”

Ebo, Setita, Esclavista: “Se cuál sería mi destino como esclavo y prefiero quedarme”

Shu, Responsable de la Familia Real Hebrea, aun con los latigazos en carne viva afirma: “Siempre habrá descendientes del Rey que muera para jugar con ellos. Siempre estaré con vos, Venerable Dios en la tierra”

Tauret, Traficante de sustancias: “Toda situación se puede mejorar con un Veneno o con un Opiáceo, solo es cuestión de medir la dosis para el momento adecuado”

Ebo, Setita
Nebet, Reina de la Prostitución: “Todo el mundo necesita follar y disfrutar de los placeres terrenales, Egipcios, Judios y Babilonios, Asediados temerosos o soldados salidos”

El grupo de vampiros hebreos de los personajes permanece en la ciudad ante la corte de su Príncipe Raoteph, y todos ellos alegan ayudarle y estar con el, cuando en realidad lo han traicionado aliándose con Assur, su enemigo declarado.

Viven una escena tensa entre Samael y Raoteph que al final acaba en nada.

Los 16 restantes vampiros de la corte, gran parte de los Setitas egipcios,
Alí, Gangrel
huyen o desaparecen de la ciudad sin dejar rastro.

Raoteph, continua:
“Gracias por vuestra valentía y vuestra lealtad.”

Reúne en privado al consejo de Primogénitos formado por los vampiros hebreos de Jerusalén, liderados por Samael el Ventrue. Escucha y delibera sin tomar una decisión.Ordena a todos que no hagan nada, y que extiendan la orden a sus súbditos.

Durante el asedio decide:
“Mi Sire me pidió que reinara como Príncipe de Set y es lo que voy a hacer.
Belial, Toreador
No voy a rendirme. No puedo obligaros a tomar la misma decisión.
Cuando llegue el momento hablaré con Akkad el chiquillo de Sargón, el mismo que lidera los ejércitos que nos sitian y le convenceré de que soy mucho más útil como aliado que como enemigo, igual que mi Sire Alara, haré esta alianza incondicional extensible a su Sire Sargón.”

Al otro lado de las murallas, Akkad retiene a los vampiros desertores empalados para enviarlos a Babilonia tras  terminar el asedio. Ha decidido no parlamentarán si no es para rendir la ciudad.



El destierro a Babilonia
Jerusalén se las ingenió para resistir durante tres meses enteros, rindiéndose a continuación para evitar ser arrasada. La rendición sucede al amanecer, mientras las criaturas de la noche duermen. Nabucodonosor II decide no destruir Jerusalén. Invadió y saqueo su tesoro.


Destierro a Babilonia

A continuación Nabucodonosor II decidió deportar a todo notable a Babilonia:
+ Las tropas militares
+ Aquellos que se dedicaban a fabricar armas
+ Los que administraban la ciudad
+ El Rey Jeconías
+ El Profeta Ezequiel (Que había profetizado la caída de Jerusalén ante los Babilonios)

Un total de unas 10.000 personas,fueron hechas prisioneros y llevadas por barco a Babilonia. Las pérdidas materiales fueron enormes, y el pueblo judío quedó dividido entre los deportados y los que permanecieron en Judá.

Asisten al destierro de miles de hombres valiosos e influyentes de Jerusalén, soldados, militares, nobles, administradores, herreros, los Babilonios son tajantes y sangrientos con los que no desean abandonar su hogar.

Los personajes ven como asesinan a un soldado degollándolo delante de su familia, esta le llora su muerte.La siguiente escena ven como rocían de aceite y queman vivo a un herrero en plena calle, su familia llora su cadáver carbonizado. El miedo y la desesperación se apodera de las gentes de Jerusalén.


El Príncipe decapitado
Akkad, Chiquillo de Sargón y Balih, Brujo Caldeo, entran a Jerusalén. Mandan una misiva a Raoteph al Templo y piden que convoque a su corte al completo.


Raoteph, el Faraón Oscuro lo hace y orgulloso sentado en su trono de Cobra de Oro se pone en pie para recibir al Invasor. Toda la corte que queda está presente, los Setitas a la derecha  en un lado y los Judíos en la izquierda del trono.

Cientos de serpientes cubren el suelo de la sala del trono, situada en nivel inferior y secreto del palacio Real.

Brujos caldeos
Akkad irrumpe en el salón del trono, como lo haría un depredador ante una presa, sonriente y henchido de sobrevia. A su derecha camina Balih, su Sacerdote Caldeo y tras él un grupo de brujos caldeos concentrados en la escena. Un grupo de soldados babilonios, presumiblemente Assamitas entran con ellos y los escoltan. Todos avanzan hacia Raoteph. Hasta que se dentienen y sigue solo Akkad. 

Raoteph levanta una mano para retener a su corte, pidiéndoles que no se muevan.
Las decenas de serpientes se arremolinan y se ponen en guardia alrededor del invasor, el las ignora.

Transforma sus ojos negros en Amarillos intensos y su lengua empieza a crecer.
Akkad sube la escalinata pisando la alfombra verde y en movimientos invisibles para el ojo humano aparece adelantado y arrodillado enfundando su espada.

La cabeza de Raoteph vuela por los aires en lo que parece una escena a cámara lenta. Las cenizas de Raoteph dejan solo sus ropajes en el suelo. Las decenas de serpientes se lanzan al atacante a su alrededor estrellándose con un campo de fuerza de luz roja que aparece en cada golpe dejando ondas de impacto como en un charco de agua rojiza que calcina a cada reptil que se choca con él.

Akkad, tercer Príncipe de Jerusalén


Balih está concentrado en Akkad y su mano diestra semi alzada se ilumina del mismo color de luz rojiza que el campo de protección de Akkad. Sus brujos están listos para la lucha, son tres, igual que los Assamitas que ven en el salón, que son seis, que se vean. Todos ellos están ataviados con armaduras y armas babilonias, espadas, cascos, lanzas escudos…Todos ellos están listos para el combate.

Balih, Brujo Caldeo

Akkad se levanta y mira a los primogénitos de Jerusalén pisando serpientes carbonizadas. El olor a carne de reptil quemada se extiende por la estancia. El silencio es abrumador y solo se escuchan los siseos de las serpientes supervivientes alrededor de las cenizas de Raoteph.

Los Asesinos Babilonios desenfundan sus espadas, lanzas y las antorchas en sus manos se encienden solas con un fuego verde que no da temor a sus portadores.
Los Brujos Caldeos comienzan a iluminarse en un color rojizo, sus ojos son de color rojo intenso y luminoso que dejan un reguero de poder rojo en el éter.

Las antorchas se apagan de repente quedando solo la iluminación de las antorchas que llevan los babilonios iluminando todo en una tenebrosa luz verde.
Y el ambiente comienza a crepitar como cuando el denso aire y la electricidad estática precede a la tormenta…

Rayos azulados comienzan a centellear en el techo, haciendo una jaula superior que ilumina en azul la estancia. Los rayos se golpean unos a otros saltando chispas y escuchándose truenos en los impactos.

Matarán sin piedad a aquel que se oponga a ellos y a aquel que huya también. Shu, el setita responsable de la Familia Real comienza a huir, dos Assamitas soldados babilonios desaparecen y aparece uno inmovilizando y elevándole por los brazos juntos por encima de su cabeza y otro empala su corazón atravesándolo con una lanza. Le llevan ante Akkad.

Akkad sobervio: “¿unas últimas palabras serpiente cobarde?”

Shu asqueado responde: “CÓMEME EL FALO”

Uno de los soldados babilonios Assamitas la muerde en el cuello y prueba su sangre unos segundos. Se limpia y niega a Akkad. Akkad asiente y el otro soldado la prende fuego con su antorcha de fuego verde. Shu comienza a arder con fuego verde mientras grita como un cerdo en una matanza, los chillidos mientras muere se os meten en el cerebro y no dejáis de oírlos. Se convierte en cenizas y un silencio junto con el olor a carne quemada de nuevo.

Tras la escena tensa. Balih continúa:
“Akkad chiquillo de Sargón el Grande de Babilonia yo te corono y nombrado, Califa de Jerusalén.”

Nebet, la Reina de las putas, que ha observado la escena con rabia no puede más y se lanza rabiosa contra Akkad abriendo su boca imposiblemente y alargando una verde lengua viperina de más de un metro que da un fuerte latigazo en la cara de Akkad cortándole el rostro y haciéndole sangre.

Akkad eleva el brazo derecho para que nadie se mueva y con el izquierdo agarra la lengua de Nebet que está fuera de sí encarada en pleno combate cuerpo a cuerpo.

Con un certero movimiento la cabeza de Nebet se separa de su cuerpo, Akkad está en otra posición diferente a hace un segundo y en la mano izquierda tiene una espada elevada cogida al revés y ensangrentada. Con la otra mano mantiene la lengua de su atacante y dando un par de vueltas lanza la cabeza que se está descomponiendo a los pies de los pjs.

La cabeza se pudre con rapidez y la tez de Nebet se marchita, los ojos se pudren rápidamente dejando dos cuencas oscuras y en segundos adquiere el aspecto de una anciana de 100 años.

Akkad dice: “El tiempo recupera lo que es suyo”
Se queda mirando a los presentes esperando algún valiente más con su espada desenfundada al revés, la sangre que está en ella se convierte en cenizas y caen al suelo de mármol.

Akkad sigue: “Balih continúa” Balih repite la frase que dijo antes de la interrupción de Nebet: “Akkad chiquillo de Sargón el Grande de Babilonia yo te corono y nombrado, Califa de Jerusalén.”

Akkad sigue: “Yo Akkad, Califa de Jerusalén, nombro Sumo Sacerdote de Jerusalén a Balih. Retiro todos los títulos de poder otorgados por los Seguidores de Set, ya que ya no reinan en Judá. Declaro la primogenitura desacreditada de posición y desarticulada.¿Quiénes erais la Primogenitura y cual era vuestra labor en la corte?”

Mira a los asistentes: “¿A cuantos de vuestro clan representáis y dónde están?”

Espera colaboración por parte de los vampiros de la corte. Todos ellos explican sus anteriores responsabilidades, todas supervisadas siempre por el ahora difunto Raoteph.

Cuando Akkad escucha las repuestas, se ríe y grita: “COBARDES”
“No tomaremos más represalias contra vosotros, si acatáis el pago con vuestros bienes materiales, siervos militares, armeros o administradores que poseáis que irán a Babilonia para servir al Rey Nabucodonosor II de Babilonia.”

Akkad se sienta en el trono de Cobra dorado de Raoteph y continua: “Todos los recursos, contactos, aliados, ghoules o influencia en: Militares, Armeros o Administradores pertenecerán ahora a Babilonia. ¿Alguno de los vampiros aquí presentes ostenta actualmente este oficio? Decidme vuestros oficios y tareas que hacéis actualmente.”

Todos los vampiros presentes dan la información que Akkad quiere.

Akkad pregunta: “¿Ningún comerciante?”

Samael, el Matusalén Ventrue afirma ser comerciante, pero alega que su labor no es exclusivamente esa, es famoso como embajador y mediador diplomático.

Akkad convencido: “No serás exiliado entonces”
“¿Y ellos?”, señala a los cadáveres.

Cuando le dicen que los cadáveres son los responsable de la familia Real y l a Prostitución y que debían mantener algún tipo de relación sentimental, de ahí la reacción de Nebet ante la muerte de Shu.

Akkad se ríe y dice “Así debía ser”

Akkad sigue:“Debéis decir que tarea productiva haréis para el Imperio Babilónico.
Pasa lista de nuevo y si no le gusta pide que busque otra cosa y que tiene una noche para pensarlo.”

La mayoría de los vampiros presentes, ponen a su disposición sus habilidades y ocupaciones.

Akkad continua: “Trabajareis para el Imperio Babilonia ahora. Haréis lo mismo pero mejor, y si no lo hacéis bien, seréis castigados, así que ya podéis esmeraros. Quiero ver progresos, ningún improductivo se esconderá en mi corte”

“Comenzad los vástagos de generación superior, quiero saber vuestra generación y posición en la corte de Raoteph”

Todos dicen su generación y posición en alto a Akkad.

Este continua: “Debiereis respetar las Tradiciones de Caín bajo pena de muerte definitiva. No podréis matar, ni influir con vuestra sangre o disciplinas a un Babilonio humano bajo pena de muerte definitiva. Tampoco podréis alimentaros de ellos bajo la misma pena. No podréis abandonar Jerusalén, si lo hacéis se considerará traición al Imperio Babilonio y seréis perseguidos y condenados a la muerte definitiva. Sois nuestros, no os resistáis, cuanto antes lo aceptéis mejor, si alguno cree que no va a ser capaz de seguir estas normas, que dé un paso al frente y zanjaremos el asunto.”

Los supervivientes miran los restos de los muertos y nadie se atreve a abrir la boca, ni chiquillo, ni antiguo, ni primogénito, ni Matusalén.

Akkad concluye: “Los vampiros cobardes que han huido durante el asedio serán desterrados a Babilonia donde morirán, serán diabolizados, o servirán como esclavos  a Sargón en la capital, dependiendo de su generación y su calidad.”

“Todos pagareis un tributo mensual de vuestro peso en sangre fresca vuestra recogida en tinajas por los Brujos caldeos de Balih. El Vampiro que no acepte este tributo o se retrase en el será ejecutado públicamente como ejemplo para los demás. El Vampiro que incumpla sus deberes para con el Imperio Babilonio será ejecutado públicamente como ejemplo para los demás. Que los Dioses salven Jerusalén. Podéis ir en paz.”