Rey Jeconias |
La
Rebelión de Joaquim
Durante
los 8 años anteriores Filisteos y Fenicios mandan sendas propuestas de rebelión
a Judá. Ambos reinos se rebelan a Babilonia. Joaquim no puede resistir la
tentación de ceder a las propuestas de rebelión de sus vecinos fenicios y
filisteos.
Arameos,
amonitas y moabitas de las tribus nómadas del sur realizan incursiones contra
Judá. Nabucodonosor II incita a bandas de estas tres tribus para que ataquen a
Judá.
El
Asedio a Jerusalén
Comienza
un asedio de Babilonia Jerusalén. Miles de soldados Babilonios asedian la
capital. Con la intención de llevarse
prisionero al Rey Joaquim a Babilonia.
Joaquim
pide a Yahveh para que obre otro milagro si el pueblo seguía salmodiando:
"¡Éste
es el Templo de Yahveh!". Como el del sitio Asirio arrasado por el
Ángel de la Muerte. De nuevo un invasor asediada la ciudad, esta vez Babilonia
y no hay como diezmarlos.
La
mitad de la corte quería sumirse a Babilonia para que no corriese la sangre.
Tras
un intenso Cónclave con sus consejeros. Joaquim desafía al invasor negándose a
ceder la capital de Judá, Jerusalén. El Profeta Ezequiel, profetiza en sus
escritos la caída de Judá ante Babilonia.
Aššur-nasir-pal
II, el Matusalén Assamita Asirio ofrece alianza a los Vampiros de Judá dejando
diferencias a un lado. Les cuenta como los Seguidores de Set le tentaron con la
fructífera alianza tras sus diferencias y en la Guerra murió Uruk su chiquillo
dejando oportunamente a Raoteph en el Principado de Jerusalén y manteniendo el
poder Egipcio en Judá y dejando a un lado a Asiria para que Babilonia nos
aplastase del todo.
Los
Setitas nos traicionaron y harán lo mismo con vosotros, no lo dudéis ni un
segundo. Inoculan su veneno con sus ofrendas y después cuando quieres darte
cuenta no tienes nada y es todo suyo. Para que veáis mi buena voluntad os daré
información privilegiada: Akkad, Chiquillo de Sargón y Balih, Brujo Caldeo
asedian la ciudad y esperan su turno para entrar. Ambos están al mando del ejército
diurno y nocturno de Babilonia.
Assur
quiere dar un golpe de estado contra Raoteph el actual Señor de la Noche de
Jerusalén. Sugiere matar al Rey Joaquim y arrojarlo por las murallas para cesar
con el desafío ante Babilonia, y así prestar pleitesía ante Sargón, El Grande.
Son
superiores y es la mejor forma de seguir con no-vida, no conocen el poder de
Sargón, tiene 2000 años de vida. Jamás ha perdido una guerra y nunca ha
mostrado clemencia con sus enemigos y menos con los que oponen resistencia, y
Judá ha sido condenada desde el momento que los Seguidores de Set alentaron la
rebelión para molestar a Babilonia.
“Los
Setitas de Egipto nos han condenado una vez más.” Afirma Assur. Sugiere
que el Rey sea asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia y su
cuerpo sea arrojado fuera de las murallas de la ciudad informando al enemigo de
su decisión.
Assur
se alía con la facción judía que le promete dar un golpe de estado a Raoteph.
Juntos preparan el asesinato del Rey y Assur lo culmina con su influencia.
Joaquím
murió oportunamente antes de que pudiera ver el resultado de su desafío. Murió
asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia y su cuerpo fue
arrojado fuera de las murallas de la ciudad.
La
muerte del Rey Joaquim
Joaquím
murió oportunamente antes de que pudiera ver el resultado de su desafío. Murió
asesinado por los partidarios de la sumisión a Babilonia y su cuerpo fue
arrojado fuera de las murallas de la ciudad. Joaquim dejó a su hijo, Joaquín también conocido como
Jeconías, para hacer frente al indignado ejército babilonio.
La
corte de Jerusalén no se atreve a poner un nuevo Rey y hay un miedo atroz a las
consecuencias de Babilonia si entran, que será cuestión de tiempo. Jeconías es
el primogénito de Joaquim. El consejo Hebreo discute su situación
acaloradamente. Jeconías es nombrado Rey en esta turbulenta situación.
Shu, Setita |
Desertores
en la corte
Raoteph
mantiene su liderazgo a la cabeza de Jerusalén defendiendo su postura ante
Babilonia. El Príncipe reúne a la primogenitura y a Shu, Responsable de la
familia Real. Pide explicaciones a Shu sobre la muerte del Rey, al no tenerlas
la castiga con el vínculo de sangre y 100 latigazos ante la primogenitura y el
resto de su corte.
Raoteph
reúne a los vástagos que actualmente quedan en Jerusalén e informa a los
presentes de la decisión de los compañeros que no están aquí de desertar al
enemigo por miedo. Faltan un total de 16 vástagos de todos los clanes.
Tauret, Setita |
“Estamos
los que estamos aquí, únicamente los elegidos por los Dioses para proteger
Jerusalén del Invasor.” Afirma Raoteph a su mermada corte.
Ante
el temor del enemigo muchos vampiros menores en contra de sus líderes se
entregan a Sargón para salvar su no-vida.
Estos
son los valientes que permanecen junto a sus antiguos y declaran ante su
Príncipe Raoteph:
Belial,
Toreador: “No soy ni seré un esclavo”
Ebo,
Setita, Esclavista: “Se cuál sería mi destino como esclavo y prefiero
quedarme”
Shu,
Responsable de la Familia Real Hebrea, aun con los latigazos en carne viva
afirma: “Siempre habrá descendientes del Rey que muera para jugar con ellos.
Siempre estaré con vos, Venerable Dios en la tierra”
Tauret,
Traficante de sustancias: “Toda situación se puede mejorar con un Veneno o
con un Opiáceo, solo es cuestión de medir la dosis para el momento adecuado”
Ebo, Setita |
Nebet,
Reina de la Prostitución: “Todo el mundo necesita follar y disfrutar de los
placeres terrenales, Egipcios, Judios y Babilonios, Asediados temerosos o
soldados salidos”
El
grupo de vampiros hebreos de los personajes permanece en la ciudad ante la
corte de su Príncipe Raoteph, y todos ellos alegan ayudarle y estar con el,
cuando en realidad lo han traicionado aliándose con Assur, su enemigo
declarado.
Viven
una escena tensa entre Samael y Raoteph que al final acaba en nada.
Los
16 restantes vampiros de la corte, gran parte de los Setitas egipcios,
huyen o
desaparecen de la ciudad sin dejar rastro.
Alí, Gangrel |
Raoteph,
continua:
“Gracias
por vuestra valentía y vuestra lealtad.”
Reúne
en privado al consejo de Primogénitos formado por los vampiros hebreos de
Jerusalén, liderados por Samael el Ventrue. Escucha y delibera sin tomar una
decisión.Ordena a todos que no hagan nada, y que extiendan la orden a sus
súbditos.
Durante
el asedio decide:
“Mi
Sire me pidió que reinara como Príncipe de Set y es lo que voy a hacer.
Belial, Toreador |
No
voy a rendirme. No puedo obligaros a tomar la misma decisión.
Cuando
llegue el momento hablaré con Akkad el chiquillo de Sargón, el mismo que lidera
los ejércitos que nos sitian y le convenceré de que soy mucho más útil como
aliado que como enemigo, igual que mi Sire Alara, haré esta alianza
incondicional extensible a su Sire Sargón.”
Al
otro lado de las murallas, Akkad retiene a los vampiros desertores empalados
para enviarlos a Babilonia tras terminar
el asedio. Ha decidido no parlamentarán si no es para rendir la ciudad.
El
destierro a Babilonia
Jerusalén
se las ingenió para resistir durante tres meses enteros, rindiéndose a
continuación para evitar ser arrasada. La rendición sucede al amanecer, mientras
las criaturas de la noche duermen. Nabucodonosor II decide no destruir
Jerusalén. Invadió y saqueo su tesoro.
A
continuación Nabucodonosor II decidió deportar a todo notable a Babilonia:
+
Las tropas militares
+
Aquellos que se dedicaban a fabricar armas
+
Los que administraban la ciudad
+
El Rey Jeconías
+
El Profeta Ezequiel (Que había profetizado la caída de Jerusalén ante los
Babilonios)
Un
total de unas 10.000 personas,fueron hechas prisioneros y llevadas por barco a
Babilonia. Las pérdidas materiales fueron enormes, y el pueblo judío quedó
dividido entre los deportados y los que permanecieron en Judá.
Asisten
al destierro de miles de hombres valiosos e influyentes de Jerusalén, soldados,
militares, nobles, administradores, herreros, los Babilonios son tajantes y
sangrientos con los que no desean abandonar su hogar.
Los
personajes ven como asesinan a un soldado degollándolo delante de su familia,
esta le llora su muerte.La siguiente escena ven como rocían de aceite y queman
vivo a un herrero en plena calle, su familia llora su cadáver carbonizado. El
miedo y la desesperación se apodera de las gentes de Jerusalén.
El
Príncipe decapitado
Akkad,
Chiquillo de Sargón y Balih, Brujo Caldeo, entran a Jerusalén. Mandan una
misiva a Raoteph al Templo y piden que convoque a su corte al completo.
Raoteph,
el Faraón Oscuro lo hace y orgulloso sentado en su trono de Cobra de Oro se
pone en pie para recibir al Invasor. Toda la corte que queda está presente, los
Setitas a la derecha en un lado y los
Judíos en la izquierda del trono.
Cientos
de serpientes cubren el suelo de la sala del trono, situada en nivel inferior y
secreto del palacio Real.
Brujos caldeos |
Akkad irrumpe en el salón del trono, como lo
haría un depredador ante una presa, sonriente y henchido de sobrevia. A su
derecha camina Balih, su Sacerdote Caldeo y tras él un grupo de brujos caldeos
concentrados en la escena. Un grupo de soldados babilonios, presumiblemente
Assamitas entran con ellos y los escoltan. Todos avanzan hacia Raoteph. Hasta
que se dentienen y sigue solo Akkad.
Raoteph
levanta una mano para retener a su corte, pidiéndoles que no se muevan.
Las
decenas de serpientes se arremolinan y se ponen en guardia alrededor del
invasor, el las ignora.
Transforma
sus ojos negros en Amarillos intensos y su lengua empieza a crecer.
Akkad
sube la escalinata pisando la alfombra verde y en movimientos invisibles para
el ojo humano aparece adelantado y arrodillado enfundando su espada.
La
cabeza de Raoteph vuela por los aires en lo que parece una escena a cámara
lenta. Las cenizas de Raoteph dejan solo sus ropajes en el suelo. Las decenas
de serpientes se lanzan al atacante a su alrededor estrellándose con un campo
de fuerza de luz roja que aparece en cada golpe dejando ondas de impacto como
en un charco de agua rojiza que calcina a cada reptil que se choca con él.
Akkad, tercer Príncipe de Jerusalén |
Balih
está concentrado en Akkad y su mano diestra semi alzada se ilumina del mismo
color de luz rojiza que el campo de protección de Akkad. Sus brujos están
listos para la lucha, son tres, igual que los Assamitas que ven en el salón,
que son seis, que se vean. Todos ellos están ataviados con armaduras y armas
babilonias, espadas, cascos, lanzas escudos…Todos ellos están listos para el
combate.
Balih, Brujo Caldeo |
Akkad se levanta y mira a los primogénitos de Jerusalén pisando serpientes carbonizadas. El olor a carne de reptil quemada se extiende por la estancia. El silencio es abrumador y solo se escuchan los siseos de las serpientes supervivientes alrededor de las cenizas de Raoteph.
Los
Asesinos Babilonios desenfundan sus espadas, lanzas y las antorchas en sus
manos se encienden solas con un fuego verde que no da temor a sus portadores.
Los
Brujos Caldeos comienzan a iluminarse en un color rojizo, sus ojos son de color
rojo intenso y luminoso que dejan un reguero de poder rojo en el éter.
Las
antorchas se apagan de repente quedando solo la iluminación de las antorchas
que llevan los babilonios iluminando todo en una tenebrosa luz verde.
Y
el ambiente comienza a crepitar como cuando el denso aire y la electricidad
estática precede a la tormenta…
Rayos
azulados comienzan a centellear en el techo, haciendo una jaula superior que
ilumina en azul la estancia. Los rayos se golpean unos a otros saltando chispas
y escuchándose truenos en los impactos.
Matarán
sin piedad a aquel que se oponga a ellos y a aquel que huya también. Shu,
el setita responsable de la Familia Real comienza a huir, dos Assamitas
soldados babilonios desaparecen y aparece uno inmovilizando y elevándole por
los brazos juntos por encima de su cabeza y otro empala su corazón
atravesándolo con una lanza. Le llevan ante Akkad.
Akkad
sobervio: “¿unas últimas palabras serpiente cobarde?”
Shu
asqueado responde: “CÓMEME EL FALO”
Uno
de los soldados babilonios Assamitas la muerde en el cuello y prueba su sangre
unos segundos. Se limpia y niega a Akkad. Akkad asiente y el otro soldado la
prende fuego con su antorcha de fuego verde. Shu comienza a arder con fuego
verde mientras grita como un cerdo en una matanza, los chillidos mientras muere
se os meten en el cerebro y no dejáis de oírlos. Se convierte en cenizas y un
silencio junto con el olor a carne quemada de nuevo.
Tras
la escena tensa. Balih continúa:
“Akkad
chiquillo de Sargón el Grande de Babilonia yo te corono y nombrado, Califa de
Jerusalén.”
Nebet,
la Reina de las putas, que ha observado la escena con rabia no puede más y se
lanza rabiosa contra Akkad abriendo su boca imposiblemente y alargando una
verde lengua viperina de más de un metro que da un fuerte latigazo en la cara
de Akkad cortándole el rostro y haciéndole sangre.
Akkad
eleva el brazo derecho para que nadie se mueva y con el izquierdo agarra la
lengua de Nebet que está fuera de sí encarada en pleno combate cuerpo a cuerpo.
Con
un certero movimiento la cabeza de Nebet se separa de su cuerpo, Akkad está en
otra posición diferente a hace un segundo y en la mano izquierda tiene una
espada elevada cogida al revés y ensangrentada. Con la otra mano mantiene la
lengua de su atacante y dando un par de vueltas lanza la cabeza que se está
descomponiendo a los pies de los pjs.
La
cabeza se pudre con rapidez y la tez de Nebet se marchita, los ojos se pudren
rápidamente dejando dos cuencas oscuras y en segundos adquiere el aspecto de
una anciana de 100 años.
Akkad
dice: “El tiempo recupera lo que es suyo”
Se
queda mirando a los presentes esperando algún valiente más con su espada
desenfundada al revés, la sangre que está en ella se convierte en cenizas y
caen al suelo de mármol.
Akkad
sigue: “Balih continúa” Balih repite la frase que dijo antes de la
interrupción de Nebet: “Akkad chiquillo de Sargón el Grande de Babilonia yo
te corono y nombrado, Califa de Jerusalén.”
Akkad
sigue: “Yo Akkad, Califa de Jerusalén, nombro Sumo Sacerdote de Jerusalén a
Balih. Retiro todos los títulos de poder otorgados por los Seguidores de Set, ya
que ya no reinan en Judá. Declaro la primogenitura desacreditada de posición y
desarticulada.¿Quiénes erais la Primogenitura y cual era vuestra labor en la
corte?”
Mira
a los asistentes: “¿A cuantos de vuestro clan representáis y dónde están?”
Espera
colaboración por parte de los vampiros de la corte. Todos ellos explican sus
anteriores responsabilidades, todas supervisadas siempre por el ahora difunto
Raoteph.
Cuando
Akkad escucha las repuestas, se ríe y grita: “COBARDES”
“No
tomaremos más represalias contra vosotros, si acatáis el pago con vuestros
bienes materiales, siervos militares, armeros o administradores que poseáis que
irán a Babilonia para servir al Rey Nabucodonosor II de Babilonia.”
Akkad
se sienta en el trono de Cobra dorado de Raoteph y continua: “Todos los
recursos, contactos, aliados, ghoules o influencia en: Militares, Armeros o
Administradores pertenecerán ahora a Babilonia. ¿Alguno de los vampiros aquí
presentes ostenta actualmente este oficio? Decidme vuestros oficios y tareas
que hacéis actualmente.”
Todos
los vampiros presentes dan la información que Akkad quiere.
Akkad
pregunta: “¿Ningún comerciante?”
Samael,
el Matusalén Ventrue afirma ser comerciante, pero alega que su labor no es
exclusivamente esa, es famoso como embajador y mediador diplomático.
Akkad
convencido: “No serás exiliado entonces”
“¿Y
ellos?”,
señala a los cadáveres.
Cuando
le dicen que los cadáveres son los responsable de la familia Real y l a
Prostitución y que debían mantener algún tipo de relación sentimental, de ahí
la reacción de Nebet ante la muerte de Shu.
Akkad
se ríe y dice “Así debía ser”
Akkad
sigue:“Debéis decir que tarea productiva haréis para el Imperio Babilónico.
Pasa
lista de nuevo y si no le gusta pide que busque otra cosa y que tiene una noche
para pensarlo.”
La
mayoría de los vampiros presentes, ponen a su disposición sus habilidades y
ocupaciones.
Akkad
continua: “Trabajareis para el Imperio Babilonia ahora. Haréis lo mismo pero
mejor, y si no lo hacéis bien, seréis castigados, así que ya podéis esmeraros.
Quiero ver progresos, ningún improductivo se esconderá en mi corte”
“Comenzad
los vástagos de generación superior, quiero saber vuestra generación y posición
en la corte de Raoteph”
Todos
dicen su generación y posición en alto a Akkad.
Este
continua: “Debiereis respetar las Tradiciones de Caín bajo pena de muerte
definitiva. No podréis matar, ni influir con vuestra sangre o disciplinas a un
Babilonio humano bajo pena de muerte definitiva. Tampoco podréis alimentaros de
ellos bajo la misma pena. No podréis abandonar Jerusalén, si lo hacéis se
considerará traición al Imperio Babilonio y seréis perseguidos y condenados a
la muerte definitiva. Sois nuestros, no os resistáis, cuanto antes lo aceptéis
mejor, si alguno cree que no va a ser capaz de seguir estas normas, que dé un
paso al frente y zanjaremos el asunto.”
Los
supervivientes miran los restos de los muertos y nadie se atreve a abrir la
boca, ni chiquillo, ni antiguo, ni primogénito, ni Matusalén.
Akkad
concluye: “Los vampiros cobardes que han huido durante el asedio serán
desterrados a Babilonia donde morirán, serán diabolizados, o servirán como
esclavos a Sargón en la capital,
dependiendo de su generación y su calidad.”
“Todos
pagareis un tributo mensual de vuestro peso en sangre fresca vuestra recogida en
tinajas por los Brujos caldeos de Balih. El Vampiro que no acepte este tributo
o se retrase en el será ejecutado públicamente como ejemplo para los demás. El
Vampiro que incumpla sus deberes para con el Imperio Babilonio será ejecutado
públicamente como ejemplo para los demás. Que los Dioses salven
Jerusalén. Podéis ir en paz.”